*Cuenta Sebastián*
Toda la familia regreso a Ferris con Carina y
conmigo, bueno excepto mis padres querían quedarse para ver que su pueblo
saliera a adelante de nuevo.
Aun no
podía creer lo que Carina había hecho, pero si fue honesto de su parte que
fuera a buscarme y me demostrara de esa forma su amor, me lleno de ilusiones y
esperanzas.
Cuando
llegamos a Ferris nos informaron que Esperanza se había ido, y la verdad que se
lo agradecí internamente, de ahora en adelante solo quería dedicar mi vida a
Carina y a recompensarle todo el tiempo perdido.
Carina
había cambiado mucho, me di cuenta que mi esposa era una mujer de carácter, que
lo único que necesitaba era sacarlo y cuando fue a buscarme a Varick, lo había
sacado y ya no lo había vuelto a esconder.
Ya
había pasado más de un mes desde la batalla en Varick, yo todavía no sabía cómo
acercarme a Carina en la habitación, pero tengo que decir que cada día nuestros
besos era más apasionados.
Estaba
en el despacho perdido en mis pensamientos cuando mi hermosa esposa entro
seguida de Belle y Emma.
-Lo interrumpimos alteza- dijo Carina con una
sonrisa en su bello y perfecto rostro
-Vos nunca interrumpís amor - le dije parándome
de rápidamente de mi silla para saludarla.
-Valla pero que románticos- se burlo Emma.
-¿A qué debo el honor de su visita?- pregunte.
-Sebastián no puedo creer que te hallas
olvidado- me reto Carina.
-¿Que olvide?- preguntando sin entender nada.
-En dos semanas hacemos un baile- dijo mi
esposa y como si yo fuera un tonto, hace días venía preparando eso.
-Amor pero de eso te estás encargando vos
¿no?- pregunte no entendiendo para que me necesitaba a mí.
-Sí pero quería saber que lado del castillo quieres
que le dé a Duncan Kingman- dijo mi esposa y recordé porque me había enfurecido
cuando Kingman confirmo su asistencia al baile.
-Por mí puede quedarse en un panteón- dije
molesto.
-Sebastián no seas grosero- me dijo Belle.
-A ver qué opinan Benjamín y Xander- dije con
sonrisa triunfante.
-Deberían dejar de ser tan celosos alteza-
dijo Carina dándome un beso en la mejilla. - Y para que estés más tranquilo lo
voy a poner en la que está más lejos de nosotros- dijo mi esposa.
-Por mi ponelo en un calabozo- dije con una
sonrisa.
-Dios se van a poner de románticos y todavía
faltan demasiadas cosas por hacer- dijo Emma y agarro a Carina para llevársela
de mi lado, mientras nos sonreíamos.
Cuando
volví a quedarme solo en mi despacho me puse a pensar que con la llegada de
Duncan Kingman, las cosas se me podían complicar a mí.
Confiaba completamente en Carina, pero el perro ese mostro interés en mi
esposa, le importa muy poco que yo estuviera delante de ellos, así que esta
noche intentaría hacer a Carina mi mujer, intentaría que esta noche ella se
entregara a mí, como jamás se entregaría a nadie.
A la
hora de la cena las mujeres no dejaron de hablar del baile, de que se haría y
toda la cosa. Carina estaba muy emocionada, pero cuando mencionaron el nombre
de Kingman, Xander, Benjamín y yo gruñimos. Ellas solo rieron, perfecto ahora
se divertían con nuestra pena!
Carina
y yo nos retiramos a nuestras habitaciones, me sentía nervioso por lo que hoy
intentaría con Carina. Me daba miedo que me rechazara, así que cambie de plan y
preferí empezar poco a poco.
Carina
salió del baño ya con su camisón puesto y agradecía que estuviéramos en época
de calor, porque así yo tenía el pretexto perfecto para no ponerme camisa para
dormir.
-¿En que pensas?- me pregunto Carina
sentándose a mi lado.
-Quiero decirte algo- dije nervioso
-Decime- me animo ella.
-Quiero hacerte el amor Carina - le dije
mirándola fijamente, ella se quedo callada unos minutos, y mis nervios se
hacían más grandes a cada segundo. Iba a levantarme de la cama pensando que me
rechazaría, cuando ella tomo mi mano.
-Hacelo - me dijo mirándome fijamente
-¿Que?- O.O
........ Continuara ........
Rocio y Belen
No hay comentarios:
Publicar un comentario