Capitulo 11

  *Cuenta Sebastián*

  Entre a mi habitación y le informé a Carina lo que había pasado con su Padre. De verdad que ella era una mujer bondadosa, sufrió mucho cuando le di la noticia. 
  Mi Padre me ayudo preparar todo para el funeral del rey, JA! maldito Charles ojalá se este quemando en el infierno.
  Mis Padres retrasaron su regreso a Varick por la muerte del rey, el funeral duró dos días, por mí ni siquiera le hubiéramos hecho uno. Al fin y al cabo era el padre de mi esposa y bueno el rey.
  Después del funeral comenzó a venir mucha gente porque querían hacer alianzas con Ferris, sabiendo que era el mejor reino. La ceremonia de coronación para Carina y para mí, fue bastante discreta ya que "estábamos" de luto por la muerte de mi suegro.
  Carina cada día se veía más triste y yo también sentía que cada vez le ponía menos atención, pero todas las obligaciones de rey me tenían como loco. 

Ya había pasado más de un mes y medio desde la muerte del Padre de Carina y nuestra coronación.

Mañana vendría el representante de un príncipe español, para hablar de tratos con Ferris, su nombre era Duncan Kingman, y como a todos, lo recibiría con una cena. Carina siempre nos acompañaba a las cenas. Mi Madre poco a poco le iba enseñando cómo comportarse y ella aprendía muy rápido, era tan inteligente.

  La dichosa cena llegó. Cuando Carina llego al salón, en donde esperamos al representante del Rey, casi cancelo todo, para poder estar a solas con Carina y por lo menos poder contemplarla, se veía completamente hermosa, distinguida, perfecta.


-Te ves hermosa- le dije acercándome a ella.
-Gracias rey Sebastián- dijo ella sin mirarme.
-De verdad me gustaría que me dijeras nada más Sebastián- le comenté.

 Ella no hizo ningún movimiento y ni nada. Al parecer ella pensaba que si me seguía diciendo así, mantendría la distancia para conmigo. La verdad es que no le podía decir nada de que estuviese alejada de mí, yo mismo me lo había ganado. Pero mis planes de ganármela seguían en pie.

-Ha llegado el represéntate del rey- nos aviso un guardia.
  
Carina y yo salimos a recibirlo como lo marcaba el protocolo, cuando el tipo llego a la puerta donde lo esperábamos, vi que de inmediato se perdió en los ojos de MI esposa, porque ni siquiera me dijo buenas noches.

-Su alteza encantado de conocerla- dijo ese imbécil  tomando la mano de MI esposa para besarla.
-Gracias, el placer es mío- le contesto Carina  sonrojándose, dándole a ese perro de primera, ese sonrojo que solo me pertenecía a mí.
-Kingman - dije como si su apellido fuera una grosería.
-Rey Sebastián buenas noches- dijo el idiota con su perfecta sonrisa de don Juan.
-Pasemos - dije sin más estúpidos protocolos ni cortesías, pero eso sí, yo tome a Carina de la mano, para que le quedara muy claro al perro ese que Carina  es mía.

  Presente al perro de Kingman con mi familia y pasamos a cenar.

-Espero no se moleste por lo que voy a decir rey Sebastián, pero tiene una esposa realmente hermosa- dijo el perro, yo gire para ver a Carina y ella le estaba sonriendo al idiota ese como hace semanas no lo hacía. Algo en mi estaba pasando, porque me sentía furioso y comenzaba a ver todo rojo.

-Lo sé, es mi esposa- dije remarcando la última palabra.
-Sí, pero eso no le quita lo hermosa- dijo Kingman viendo a Carina que seguía con esa sonrisa en el rostro y mientras yo me seguía llenado de furia.
-¿Piensa estar mucho días acá Sr. Kingman?- preguntó Carina. 
Esto a cada momento me estaba haciendo sentir peor, casi la tenía que obligar para que hablara conmigo y ahora que llego este idiota y ella le habla?
-Espero que no- contesté en un impulso.
-Sebastián- me dijo mi padre en tono de advertencia.
-Lo digo porque espero que pronto lleguemos aún acuerdo- dije tratando de componer las cosas, pero el perro se dio cuenta de la clara intención de mi respuesta.
-Yo también espero lo mismo- dijo el sin quitar su estúpida sonrisa del rostro.
-Espero que el tiempo que tenga libre salga a conocer los alrededores de Ferris y el palacio - le dijo Carina ¿Qué era lo que estaba pasando acá? Carina no se comportaba así nunca.
-Espero que usted pueda acompañarme, claro con el permiso de su esposo- dijo el perro, lo último con burla porque yo si me di cuenta de eso.


...Continuara...

Rocio y Belén =)