*Cuenta Carina*
No sabia como preguntarle por el príncipe Xander, no quería que pensara cosas que no eran.
-¿Carina que es lo que te pasa? - me preguntó, al parecer si me conocía mejor de lo que yo pensaba.
-¿Por que me pregunta eso?- pregunte nerviosa.
-Porque te conozco, se que algo te pasa ¿Decime que te pasa? - me volvió a preguntar acercándose a mí. Él ya no tenía puesta su camisa y, digo, no conocía a ningún otro hombre en estas circunstancias pero lo que veía de Sebastián me encantaba.
-Es que yo…- no podía hablar cuando él estaba así de cerca de mí.
-Vos que Carina - me dijo al oído, su aliento me hizo estremecer, nunca me había sentido así, mí cuerpo estaba temblando pero esta vez no era de miedo, de eso estaba segura, en mi vientre sentí como si tuviera miles de mariposas y más abajo sentía como un cosquilleo.
-Yo…yo...- era lo único que podía decir, ya que él estaba mordiendo mi oreja y juro que hasta mi nombre se me olvido.
Yo puse mis manos en su pecho y déjenme decirles que ¡Ay Dios! sí que estaba duro.
-¿Vos que Carina decime?- me volvió a preguntar.
-Emma y él - fue lo único que dije y ni yo me entendí.
Él se separo de mí sin entender, cosa que agradecí porque que en sí, ya me ponía nerviosa sin tocarme, imagínese cuando lo hacía.
-No te entiendo - dijo con una sonrisa en los labios.
-Bueno yo quería saber si son verdad los rumores- dije casi en un susurro.
-¿Que rumores Carina?- me pregunto serio tratando de entender.
-De que el príncipe Xander está enamorado de una mujer llamada María- le dije.
-¿Emma te mando a que me preguntaras?- me pregunto algo sorprendido.
-No, le aseguro que no, yo me ofrecí solita- aclare de inmediato.
-La verdad no lo sé Carina, pero me imagino que si, el príncipe Xander sale todas las noches-
-Ahh- fue lo único que dije.
-¿Es todo lo que querías preguntarme?- dijo acercándose a mi peligrosamente otra vez.
-Sí, lamento haberlo molestado alteza que pase buenas noches- dije y me metí a la cama de inmediato, yo no quise ni mirarlo siquiera, una vez más mis miedos me sofocaron.
Al día siguiente el Sr. Kingman nos dijo que se iba ya que tenía otras obligaciones que cumplir. Sebastián casi hace una fiesta cuando le dio la noticia, yo por mi parte me sentía triste el Sr. Kingman era un hombre muy divertido, pero sabía que era lo mejor que él se vaya porque Sebastián se ponía de muy mal humor cuando lo veía cerca mío.
-Hasta que se fue- dijo Sebastián cuando todos estábamos en el comedor.
-Era un hombre muy agradable- dijo Emma.
-¿Vos también?- le pregunto Sebastián enojado.
-¿Yo también que?- pregunto Emma con inocencia.
-Ese Kingman es un idiota - dijo el príncipe Xander.
-Para mí es un hombre muy agradable y simpático- dije sin pensar, me di cuenta que todos los que estaban en la mesa me estaban mirando con los ojos muy abiertos. Belle y Emma me sonreían mientras que Sebastián estaba serio.
-Verdad que si- dijo Emma apoyándome.
-Es un idiota- dijo Sebastián muy enojado pero en voz baja.
-No tenía ningún tipo de chiste ni gracia- dijo Xander.
-Pero si no era bufón, era un hombre y muy atractivo- dijo Emma y vi como el príncipe Xander se atragantaba con el pan.
-Emma una dama no dice ese tipo de cosas- le dijo su madre.
-Lo siento- dijo ella, pero se veía que no era sincera.
-¿Vos pensas lo mismo Carina?- me preguntó Sebastián.
Yo ya no quise responder nada a eso, sabía que me metería en problemas así que mejor llene mi boca de comida.
Después de la comida yo me fui al salón de costura y no salí de ahí, aunque sabía que en la noche Sebastián me volvería a preguntar sobre Kingman.
...Continuara...
Rocio y Belén
No hay comentarios:
Publicar un comentario