sábado, 19 de octubre de 2013

Capitulo 5

-Con razón el príncipe Sebastian tubo que traer a su amante, de seguro sabia que vos no servirías para nada - decía el muy maldito a su hija, yo estaba sin palabras el rey Charles sabia que Esperanza era mi amante y no decía nada y todavía la retaba a Carina

-Lo siento padre, ya me disculpe con el príncipe- decía ella.
-Deja de llorar idiota o te voy a dar una buena razón para que lo hagas - le grito su padre. 

 Yo iba a entrar cuando la sirvienta de Carina me lo impidió.

-Correte - le ordene.
-No meta a la princesa en más problemas seguro mañana se le va a pasar el enojo al rey- dijo ella en tono de suplica.

 No sabía que hacer, así que como buen cobarde me fui a mi habitación. Esperanza no fue esa noche, sabía que ella se sentía igual de miserable que yo, y ahora estaba el hecho de que el rey Charles la trataba mal a Carina, ahora me sentía peor que un cerdo.

 A la mañana siguiente no la vi en el desayuno, su padre la excusó diciendo que los nervios de la boda la tenían muy mal, yo no le creí ni una sola palabra, no después de escuchar como la había tratado anoche.

 Cuando el desayuno termino de inmediato fui a su habitación quería saber que le había hecho su padre.

 Cuando llegue a su habitación su sirvienta no me dejo pasar diciendo que la princesa estaba dormida y que el rey no estaría de acuerdo con mi visita en la habitación de la princesa, para no meterla en más problemas me fui, pero no me quedaría con la duda de lo que realmente le pasaba.

 Sabía que solo había una persona que me podía ayudar y esa era mi hermana.

-Emma necesito tu ayuda- le dije.
-¿Queres que hable con Carina de lo que paso con Esperanza?- me pregunto enojada.
-¿Como lo sabes?- pregunté.
-Todos lo sabemos Sebastián- dijo ella matándome con la mirada.
-Necesito tu ayuda por favor, no quiero que hables con Carina de Esperanza solo quiero que veas que es lo que tiene por favor- dije.
-Está bien, pero no pienses que le voy a decir nada a tu favor- dijo ella saliendo de su habitación.

 La acompañe hasta la habitación de Carina, y yo me quede afuera, Emma no tardo mucho en salir.

-¿Como esta?- pregunté preocupado.
-¿De verdad te preocupa?- pregunto.
-Si Emma, decime como esta- le exigí
-Parece que ayer se calló y se golpeó con su mesa de noche tiene un poco morada la mejilla derecha nada más- dijo mi hermana.
-Gracias- fue lo único que dije yo sabía de sobra que ella no se había caído y se había golpeado, su Padre la había golpeado.

 No sabía cómo enfrentar la situación, Carina todavía no era mi esposa y yo no podía arriesgarme a que el rey Charles cancelara el compromiso, así que iba a esperar hasta el día de la boda para hablar con él, una vez que Carina sea mi esposa, el ya no podría decirle nada y mucho menos tocarla. Sentía que debía protegerla, quería hacerlo.

 Los siguientes días no la vi, ella no salía de su habitación, mi Madre, Belle y Emma, se habían encargado de probarle su vestido y todo lo demás. 
 Emma empezaba a pasar más tiempo con ella y eso me alegraba, ella seguro que se sentía muy sola, me gustaría poder amarla como ella se merece pero no creo que eso sea posible, por lo menos no por ahora. En este momento lo único que me ata a ella es un reino y la culpa, hay momentos en los que recuerdo su mirada o su aroma y quiero salir corriendo y abrazarla, sentir de nuevo su piel, esa piel que jamás fue tocada por nadie, lo sé porque su mirada es inocente y pura. Cuando pensaba en ella sentía como si algo se hinchara en mi interior, desde la noche en que Carina me descubrió con Esperanza, ella no había vuelto a mi habitación. Y una parte de mi se lo agradecía ya que hubo noches en las pensé en como seria hacer el amor con Carina y sabia que Esperanza no se merecía que yo la hiciera mía mientras pensaba en otra mujer.

 El día de la boda llego, ella se veía muy hermosa como sacada de un cuento, pero en sus ojos no había esa ternura que siempre tenía, en sus ojos solo había una profunda tristeza y soledad. Sabía que era por lo que había pasado con Esperanza, cuando el padre nos indico que podía besar a la novia, ella se sonrojo y eso me alegro, saber que yo la ponía así levanto mi ego, así que me acerque a ella y la bese en la comisura de los labios, ella levanto su rostro y me miro con esos ojos que hacían que me perdiera y por fin después de tantos días vi esa sonrisa suya que me encantaba.

 Su padre se acerco a nosotros a felicitarnos, bueno en realidad se acerco a felicitarme a mí, ya que a Carina la ignoro, eso me molestó mucho, pero después de hoy nadie la volvería a humillar y maltratar.

 Cuando llegamos al banquete la tenía tomada de la mano, ella sonreía mas por compromiso que por felicidad, pero esta noche cuando cumpliera con mis deberes de esposo, me comportaría como un caballero con ella y trataría de hacerle el amor, que no sería difícil con su vestido de novia se veía hermosa, perfecta, no me había dado cuenta que el cuerpo de niña que había visto hace dos años había desaparecido para dar paso al cuerpo de una mujer hermosa. Sus pechos eran perfectos y eso que traía el vestido no quería ni imaginarme como sería tenerla desnuda debajo de mi, y sabia que ella era virgen, sabía que yo sería el primer hombre en probar sus besos, sus caricias, sería el primero y el último en tomar su cuerpo.


...Continuara...


Rocio y Bell

2 comentarios:

  1. otro hermosso me encanta como es ahora sebastian :)

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  2. Increible Ro! Releeo y releo y queda genial un placer compartir esto con vos XD

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