viernes, 25 de octubre de 2013

Capitulo 8

*Cuenta Sebastian*

Me saqué la camisa y me puse mi bata, tenia que ver que tanto daño le había hecho. Me acerque a ella con mucho cuidado no quería asustarla mas de lo que ya estaba, cuando sintió mi mano en su piel, ella comenzó a temblar mas y a llorar de nuevo.

-Te juro que no te voy hacer daño, solo quiero ver que tan lastimada estas- dije.

  Ella no dejo de temblar y era lógico ella me tenia miedo, terror yo había hecho su noche de bodas la peor noche de su vida.

  La levante de la cama y la lleve cargando al baño, cuando entramos me di cuenta que sus piernas estaban manchadas de sangre de lo que la había desgarrado con mi fuerza bruta. La limpié con todo el cuidado del mundo, pero ella no dejaba de temblar y no abría sus ojos, yo no me atrevía a preguntarle nada.

  Cuando termine de limpiar su cuerpo, la lleve de regreso a la cama vi que las sabanas estaba manchadas, mañana todo el castillo se enteraría que ella ya no era una dulce doncella, por un lado estaría bien así el maldito de su padre dejaría de molestarla.

  La recosté con cuidado ella no decía nada solo lloraba, la tape para que tratara de descansar y yo me senté en un sillón.

  No sé en que momento ella se quedo dormida, pero aun dormida ella lloraba y suplicaba que no la lastimara. Maldito, él pagaría por lo que me hizo hacerle a Carina. Yo había creído en él como un idiota y yo había lastimado al ser más puro que conocí en toda mi vida, sabía que no me alcanzaría la vida entera para arrepentirme por lo que le había hecho, pero mi vida la consagraría a pedirle perdón y ganármelo.

  La noche fue lenta, cuando los primero rayos de sol se colaron por la ventana ella se inquietó yo me acerque a ella y recibí otro golpe, sus brazos estaban llenos de moretones y en su cara tenía otro, en su hombro había una mordida bastante profunda, que no supe en que momento se la hice, su cuerpo y su alma estaban muy lastimados y el que se lo había hecho había sido yo.

  Me senté en la cama, lejos de ella para que cuando despertara no se asustara más de lo que de seguro estaba.

  Ella despertó, cuando abrió sus ojos me miro fijamente, y ella seguía dándome otro golpe, en su mirada no había odio ni rencor ni siquiera bronca, solo había miedo, tristeza, dolor.

-Hola Carina- dije.

  Ella no me contesto y se cubrió más con las sabanas de la cama.

-Carina déjame explicarte por que me comporte así anoche- dije.
-Mi padre ya me lo explico no se preocupe príncipe - dijo ella llenándose sus ojitos de lágrimas, me partía el alma verla llorar, estaba totalmente destruida.
-¿Qué es lo que te explico Carina?- pregunte.
-Que como usted no me quería, y yo no soy linda me tenía que tratar mal en la noche de bodas para dejar su semilla en mí y así poder dar un heredero a Ferris - dijo ella con su voz entrecortada.
-No Carina eso no es así- dije intentado acercarme a ella pero ella comenzó a temblar de nuevo y no paraba de llorar.
-Mira Carina, tu padre anoche me dijo que vos tenias un amante, que me habías engañado, y también a mi familia, eso me lleno de furia y de bronca contra vos- dije.
-Eso no es cierto príncipe- dijo ella mientras me daba la vista de sus lágrimas rodar por sus mejillas rosadas muy lastimada.
-Lo sé Carina, pero me di cuenta tarde de que eso no era verdad, cuando lo descubrí ya te había lastimado.
Ella no levanto su rostro ni dijo nada.
-Voy a buscar a alguien para que te ayude- dije parándome de la cama.
-No se preocupe príncipe estoy acostumbrada a curarme yo sola los golpes- dijo ella, levantándose de la cama y envolviéndose en la sabana. Cuando ella se metió al baño rápidamente, salí para que trajeran a mi madre y a Emma.
Mi madre y mi hermana llegaron en un minuto y  hasta Belle y Esperanza venían con ellas.
-¿Qué pasa hijo?- preguntó mi Madre.
-Necesito que entren con Carina - dije sin mirarlas a la cara.
-¿Por qué, qué tiene?- pregunto Emma.
-No me pregunten y entren - dije serio. -Vos no Esperanza - dije y ella me miro sin entender, pero rápidamente se dio la media vuelta y se fue.

 Mi madre, Emma y Belle entraron a la habitación, yo me quede en la antesala, pensando la manera de vengarme del rey Charles y en cómo ganarme el perdón de Carina.

 No sé cuánto tiempo paso y Emma y Belle salieron de la habitación.

-Sos un maldito bastardo- dijo mi hermana mirándome con odio.
-¿Cómo pudiste causarle tanto daño?- pregunto Belle con horror.
-¿Como esta?- pregunté.


...Continuará...


Rocio y Belen

No hay comentarios:

Publicar un comentario