-¿Y sus cumpleaños? ¿Qué nadie venia a verla?- pregunté.
-No, ella no tiene permitidas las visitas y sus cumpleaños solo le festejaron hasta que cumplió cuatro años ya que la reina Magdalena era la que organizaba todo- dijo ella.
-¿O sea que Carina nunca salió de acá?- pregunté triste.
-No su alteza ella no tiene permitido salir a ningún lado- dijo ella.
-¿Y qué dijo ella cuando el rey le dijo que nos casaríamos?
-Y ella estaba muy ilusionada, usted siempre le había interesado y ella pensó que cuando se casara con usted, ella podría salir al jardín, andar a caballo y tendría una familia grande- dijo Isabella.
Cuando me dijo eso sentí que algo se había roto dentro de mí.
-Podes retirarte Isabella- dije sin mirarla.
-Con permiso su alteza.
Ahora entendía todo, Charles quería que Carina sufriera, porque pensaba que ella era la culpable de la muerte de su madre.
Pobre de ella, ahora me sentía aun más miserable por haberla tratado de esa forma, su primer beso fue a mi miembro. Ella tenía fe en mi, por eso me miraba con sus ojos cargadísimos de esperanzas, porque ella creía que yo era su príncipe azul y resulte ser su mayor verdugo.
Ese día el palacio parecía muerto, nadie tenía ganas de nada. Mi Madre no había logrado convencer a Carina de comer, mi Padre ya le había explicado a mi Madre, a Emma y a Belle lo que en realidad había pasado. Emma propuso envenenar a rey Charles y no me parecía tan mala idea, pero yo quería que el sufriera mil veces más de lo que había sufrido Carina.
Todos comenzaron a retirarse a sus habitaciones y yo no sabía que hacer. Sabía que Carina estaba en nuestra habitación de casados y no quería asustarla más de lo que ya estaba.
Sin más que pensar decidí entrar a nuestra habitación tenía que empezar a ganarme su confianza y su perdón.
Cuando entre a la habitación ella estaba parada al lado de la cama, su cuerpo se veía muy dañado, los moretones se estaban notando con más intensidad.
-Buenas noches Carina- dije entrando a la habitación.
-Buenas noches príncipe- dijo ella parada junto a la cama.
-¿Por qué no te acostaste aún?- pregunté
-Porque estoy esperando que usted me de permiso- dijo ella.
-Carina te voy a decir unas cosas y quiero que me prestes atención ¿Si?
-Si príncipe- dijo ella sin levantar su cabeza.
-Vos podés ir al jardín o a donde quieras a la hora que quieras y cuando tengas sueño y te quieras acostar no tenes que esperar a que yo venga a darte permiso - dije mirándola - lo único que te pido es que si queres salir al pueblo me avises para yo acompañarte, no me gustaría que fueras sola- dije.
-¿De verdad?- preguntó tímidamente.
-Carina mirame- le pedí.
Ella levanto un poco su rostro y me miro.
-Es enserio Carina, vos puedes salir a donde quieras a la hora que quieras no importa, solo que siempre te acompañe Isabella- dije mirándola fijamente.
-Gracias- dijo ella con una sonrisa pero que no le llego a los ojos como yo tanto lo esperaba.
-Dale vamos a dormir que ya es muy tarde- dije
Ella se acostó lo más posible a la orilla de la cama, sabía que le daba miedo que yo esté cerca de ella, pero sabía que con tiempo podría perdonarme, ella era buena y aunque yo no la mereciera ella sabría perdonarme.
La verdad no me di cuenta que hora era pero supuse que era de madrugada cuando escuché que alguien golpeaba a la puerta de la habitación, me pare rápidamente pensando que capas sería Esperanza, pero cuando abrí me di cuenta que era uno de los guardias.
-¿Qué pasa?- pregunté.
-Lo sentimos su alteza, pero acaban de traer al rey Charles muerto- dijo el guardia.
Mentiría si dijera que me entristecí o que sentí pena, la verdad es que me sentía bastante feliz, pero tenía que disimular.
-¿Qué paso?- pregunté.
-Al parecer el rey tomo de más y cayó del caballo, pero su pie quedo enredado y el caballo lo arrastro varios metros- me dijo el guardia.
-Está bien en un momento voy- dije.
Le rogaba a dios que el "rey" halla sufrido mucho antes de morir, era lo mínimo que se merecía, el muy maldito era el culpable de todo lo que estaba pasando, por su culpa lastime lo más puro que conocí en toda mi vida.
:::::::: Continuará ::::::::::::
Rocio & Belén =)
miércoles, 30 de octubre de 2013
viernes, 25 de octubre de 2013
Capitulo 9
-¿Como esta? ¿Vos como pensas? Está asustada no quería que nadie la tocara, esta temblando, sus ojos estaba hinchados de tanto llorar, cómo pudiste ser tan bestia- dijo mi hermana.
-¿Como fuiste capaz de lastimarla de esa manera Sebastián? Si no querías tocarla mejor no lo hubieras hecho- dijo Belle.
-Si no saben cállense las dos- les grite y entre de nuevo a la habitación.
-¿Como esta?- le pregunté a mi madre que estaba junto a Carina en la cama, quien al parecer había logrado volver a dormirse.
-Me avergüenzo de vos Sebastián, jamás pensé que había criado a un monstruo - dijo mi madre con tristeza.
-¿Como esta?- pregunté de nuevo.
-Más tranquila. Belle y Emma fueron a encargar agua para bañarla y que cambien las sabanas - dijo mi madre enojada.
No dije mas y salí de la habitación me dirigí a mi antigua habitación, ahí podría bañarme y pensar con más claridad.
Cuando salí del baño, mi Padre, Benjamín y Xander me estaban esperando.
-Creo que debemos hablar de algo- dijo mi padre molesto.
-Padre déjame explicarte por favor- dije viéndolo a él.
-¿Qué vas a explicar que masacraste a una niña?- dijo Benjamín muy enojado.
-Vos calláte Benjamín- le grite.
-Se calman los dos- dijo mi padre.
-A ver Sebastián ¿Qué me vas a explicar?- dijo mi padre.
-Ayer hable con el padre de Carina, mi intención era que no volviera a golpearla, pero cuando le dije que sabía que la había golpeado me dijo…
*Flashback*
-Decime Sebastián ¿De qué querías hablar conmigo?- dijo él en tono alegre entregándome una copa.
-Se que golpeo a Carina - dije directo
-¿Ella te lo dijo?- preguntó divertido.
-No claro que no- respondí rápidamente.
-¿Entonces?- preguntó.
-Se que usted la golpeo por descubrirme con mi amante- reconocí.
-No Sebastián la golpee porque ella te estaba engañando y tenía un amante, por eso la mantuve encerrada todos estos días- dijo con mucha seriedad.
-¿Qué?- pregunte enojado.
-Así que por esta noche no te preocupes por cuidarla mucho, ella ya no es una doncella pura - dijo riendo. -No tienes por que tener consideraciones con ella solo deposita tu semilla en ella y así Ferris tendrá el heredero más pronto- dijo él.
-¿Quien es su amante?- pregunté.
-Un tipo del que ya me encargue, Carina quiso escaparse con él, y yo no podía permitir que eso pasara, Sebastián- dijo serio viéndome a los ojos.
*Fin del Flashback*
-Y yo me cegué de bronca padre- dije avergonzado de mi y de mi ingenuidad.
-El maldito provoco esto - dijo Benjamín golpeando la puerta.
-Cuando me di cuenta de que todo era mentira, ya había humillado y lastimado a Carina- dije sin querer recordarlo.
-¿Y que piensas hacer Sebastián? ¿Por qué algo vas a hacer no? Por ella…- pregunto Xander con sus ojos cargados de odio.
-Conseguir su perdón y hacer que el rey Charles pague - dije con odio y con mucha empeño.
-Tenes mi apoyo hermano- dijo Benjamín.
-El mío también Sebastián- dijo Xander.
-Yo también te apoyo hijo, pero esto lo tiene que saber tu Madre, ella está totalmente indignada con toda esta situación- dijo mi padre recordándola.
-Si padre, se que lo debe de saberlo, ¿Se lo podes contar vos? – pedí. No quería otro enfrentamiento con mi Madre.
-Claro que si hijo- dijo mi Padre.
-¿Por cierto donde está el mal nacido de Charles?- pregunté.
-Muy temprano salió, dijo que iría a otra región y que volvería mañana- dijo Benjamín.
-Mejor, si ahora lo veo lo mato con mis propias manos- dije.
Todos salimos de mi habitación, regrese a la habitación donde estaba Carina y vi que ya no se encontraba allí, en ese momento entre en pánico al pensar que podría cometer una locura.
Así que corrí por el pasillo, llamando a su sirvienta. Cuando llegue a la puerta que daba el jardín, la vi ahí sentada junto con mi Madre, Emma y Belle.
El alma me volvió al cuerpo, ella se seguía viendo triste. Mi Madre y Emma intentaban hacerla reír pero sus sonrisas eran forzadas y en sus ojos se veía una gran tristeza y dolor, en ese momento me propuse que ella volvería a tener el brillo que tanto me gustaba que no me importaba cuanto tiempo tardaría pero lo iba a lograr.
-Buenas tardes- dije acercándome a ella, tres de las cuatro mujeres que estaba ahí me mataron con la mirada, Carina me miro y de inmediato bajo la mirada.
-¿Estas mejor Carina?- pregunté.
-Si príncipe gracias- dijo susurrando.
-¿A que hora saliste?- pregunté para entablar una conversación.
-Hace un momento príncipe pero si quiere que vuelva a mi habitación lo hago de inmediato- dijo con miedo.
-Claro que no Carina, vos podes salir y volver a la hora que quieras - dije.
-Gracias príncipe - dijo ella.
-Espero que pronto vuelvas a decirme Sebastián- dije. Ella no contesto nada, pero sentí que se puso tensa.
-Bueno entonces no las interrumpo más me retiro.
-Hasta que decís algo bueno- dijo Emma aún muy enojada.
Yo no dije nada y salí de ahí, tenía que averiguar que era lo que le habían hecho a Carina y sabía quien me lo podía decir.
Con uno de los criados mande llamar a Isabella la sirvienta de Carina, ella me diría que es lo que pasa.
La esperaba en la biblioteca, cuando escuché que tocaron la puerta.
-Adelante- dije.
-Con permiso su alteza, me dijeron que me mando llamar- dijo ella.
-Si Isabella quiero hablar con vos- dije serio.
-Dígame su alteza.
-Si no me dices la verdad voy hacer que te echen y jamás vuelvas a ver a Carina - dije sabiendo que ella haría cualquier cosa con tal de estar al lado de Carina
-¿Por qué su alteza?- preguntó con lagrimas en sus ojos, de verdad quería a Carina.
-Quiero que me digas todo de la vida de Carina- dije.
-¿Yo?- preguntó ella con miedo.
-Sí, vos y ya sabes lo que pasará si me mentís- le recordé.
-La princesa Carina quedo huérfana de madre cuando tenía 4 años. La madre de la princesa murió, cuando intentó salvarla de un caballo- dijo Isabella.
-¿Como que intento salvarla?
-Si la princesa Carina había salido al jardín y cuando la reina Magdalena se dio cuenta salió a buscarla. La niña se había ido a las caballerizas y un caballo venía a todo galope, entonces la reina Magdalena se interpuso en el camino empujando a la niña a un lado para que el caballo no la lastimara.
-¿Y después que paso?- pregunté.
-Desde ese momento la pequeña Carina tenía prohibido salir al jardín o andar por el palacio, no podía salir de su habitación. Los primeros meses la pequeña lloraba mucho y cada vez que el rey la veía la retaba y la culpaba de la muerte de la reina. Los años comenzaron a pasar y la princesa Carina solo podía salir cuando había invitados, pero como a veces pasaba mucho tiempo sin que los hubiera, ella se emocionaba mucho cuando había gente, ya que podía charlar y salir al jardín aunque fuera un momento, pero por la forma en que se emocionaba la llamaban la princesa loca- dijo ella con la voz entrecortada ya casi por llorar, ella misma sufriendo ese dolor.
-Cuando el rey se dio cuenta de cómo la llamaban comenzó a golpearla, para que no hiciera el ridículo según él- continuo.
...Continuará...
Rocio Y Belen
-¿Como fuiste capaz de lastimarla de esa manera Sebastián? Si no querías tocarla mejor no lo hubieras hecho- dijo Belle.
-Si no saben cállense las dos- les grite y entre de nuevo a la habitación.
-¿Como esta?- le pregunté a mi madre que estaba junto a Carina en la cama, quien al parecer había logrado volver a dormirse.
-Me avergüenzo de vos Sebastián, jamás pensé que había criado a un monstruo - dijo mi madre con tristeza.
-¿Como esta?- pregunté de nuevo.
-Más tranquila. Belle y Emma fueron a encargar agua para bañarla y que cambien las sabanas - dijo mi madre enojada.
No dije mas y salí de la habitación me dirigí a mi antigua habitación, ahí podría bañarme y pensar con más claridad.
Cuando salí del baño, mi Padre, Benjamín y Xander me estaban esperando.
-Creo que debemos hablar de algo- dijo mi padre molesto.
-Padre déjame explicarte por favor- dije viéndolo a él.
-¿Qué vas a explicar que masacraste a una niña?- dijo Benjamín muy enojado.
-Vos calláte Benjamín- le grite.
-Se calman los dos- dijo mi padre.
-A ver Sebastián ¿Qué me vas a explicar?- dijo mi padre.
-Ayer hable con el padre de Carina, mi intención era que no volviera a golpearla, pero cuando le dije que sabía que la había golpeado me dijo…
*Flashback*
-Decime Sebastián ¿De qué querías hablar conmigo?- dijo él en tono alegre entregándome una copa.
-Se que golpeo a Carina - dije directo
-¿Ella te lo dijo?- preguntó divertido.
-No claro que no- respondí rápidamente.
-¿Entonces?- preguntó.
-Se que usted la golpeo por descubrirme con mi amante- reconocí.
-No Sebastián la golpee porque ella te estaba engañando y tenía un amante, por eso la mantuve encerrada todos estos días- dijo con mucha seriedad.
-¿Qué?- pregunte enojado.
-Así que por esta noche no te preocupes por cuidarla mucho, ella ya no es una doncella pura - dijo riendo. -No tienes por que tener consideraciones con ella solo deposita tu semilla en ella y así Ferris tendrá el heredero más pronto- dijo él.
-¿Quien es su amante?- pregunté.
-Un tipo del que ya me encargue, Carina quiso escaparse con él, y yo no podía permitir que eso pasara, Sebastián- dijo serio viéndome a los ojos.
*Fin del Flashback*
-Y yo me cegué de bronca padre- dije avergonzado de mi y de mi ingenuidad.
-El maldito provoco esto - dijo Benjamín golpeando la puerta.
-Cuando me di cuenta de que todo era mentira, ya había humillado y lastimado a Carina- dije sin querer recordarlo.
-¿Y que piensas hacer Sebastián? ¿Por qué algo vas a hacer no? Por ella…- pregunto Xander con sus ojos cargados de odio.
-Conseguir su perdón y hacer que el rey Charles pague - dije con odio y con mucha empeño.
-Tenes mi apoyo hermano- dijo Benjamín.
-El mío también Sebastián- dijo Xander.
-Yo también te apoyo hijo, pero esto lo tiene que saber tu Madre, ella está totalmente indignada con toda esta situación- dijo mi padre recordándola.
-Si padre, se que lo debe de saberlo, ¿Se lo podes contar vos? – pedí. No quería otro enfrentamiento con mi Madre.
-Claro que si hijo- dijo mi Padre.
-¿Por cierto donde está el mal nacido de Charles?- pregunté.
-Muy temprano salió, dijo que iría a otra región y que volvería mañana- dijo Benjamín.
-Mejor, si ahora lo veo lo mato con mis propias manos- dije.
Todos salimos de mi habitación, regrese a la habitación donde estaba Carina y vi que ya no se encontraba allí, en ese momento entre en pánico al pensar que podría cometer una locura.
Así que corrí por el pasillo, llamando a su sirvienta. Cuando llegue a la puerta que daba el jardín, la vi ahí sentada junto con mi Madre, Emma y Belle.
El alma me volvió al cuerpo, ella se seguía viendo triste. Mi Madre y Emma intentaban hacerla reír pero sus sonrisas eran forzadas y en sus ojos se veía una gran tristeza y dolor, en ese momento me propuse que ella volvería a tener el brillo que tanto me gustaba que no me importaba cuanto tiempo tardaría pero lo iba a lograr.
-Buenas tardes- dije acercándome a ella, tres de las cuatro mujeres que estaba ahí me mataron con la mirada, Carina me miro y de inmediato bajo la mirada.
-¿Estas mejor Carina?- pregunté.
-Si príncipe gracias- dijo susurrando.
-¿A que hora saliste?- pregunté para entablar una conversación.
-Hace un momento príncipe pero si quiere que vuelva a mi habitación lo hago de inmediato- dijo con miedo.
-Claro que no Carina, vos podes salir y volver a la hora que quieras - dije.
-Gracias príncipe - dijo ella.
-Espero que pronto vuelvas a decirme Sebastián- dije. Ella no contesto nada, pero sentí que se puso tensa.
-Bueno entonces no las interrumpo más me retiro.
-Hasta que decís algo bueno- dijo Emma aún muy enojada.
Yo no dije nada y salí de ahí, tenía que averiguar que era lo que le habían hecho a Carina y sabía quien me lo podía decir.
Con uno de los criados mande llamar a Isabella la sirvienta de Carina, ella me diría que es lo que pasa.
La esperaba en la biblioteca, cuando escuché que tocaron la puerta.
-Adelante- dije.
-Con permiso su alteza, me dijeron que me mando llamar- dijo ella.
-Si Isabella quiero hablar con vos- dije serio.
-Dígame su alteza.
-Si no me dices la verdad voy hacer que te echen y jamás vuelvas a ver a Carina - dije sabiendo que ella haría cualquier cosa con tal de estar al lado de Carina
-¿Por qué su alteza?- preguntó con lagrimas en sus ojos, de verdad quería a Carina.
-Quiero que me digas todo de la vida de Carina- dije.
-¿Yo?- preguntó ella con miedo.
-Sí, vos y ya sabes lo que pasará si me mentís- le recordé.
-La princesa Carina quedo huérfana de madre cuando tenía 4 años. La madre de la princesa murió, cuando intentó salvarla de un caballo- dijo Isabella.
-¿Como que intento salvarla?
-Si la princesa Carina había salido al jardín y cuando la reina Magdalena se dio cuenta salió a buscarla. La niña se había ido a las caballerizas y un caballo venía a todo galope, entonces la reina Magdalena se interpuso en el camino empujando a la niña a un lado para que el caballo no la lastimara.
-¿Y después que paso?- pregunté.
-Desde ese momento la pequeña Carina tenía prohibido salir al jardín o andar por el palacio, no podía salir de su habitación. Los primeros meses la pequeña lloraba mucho y cada vez que el rey la veía la retaba y la culpaba de la muerte de la reina. Los años comenzaron a pasar y la princesa Carina solo podía salir cuando había invitados, pero como a veces pasaba mucho tiempo sin que los hubiera, ella se emocionaba mucho cuando había gente, ya que podía charlar y salir al jardín aunque fuera un momento, pero por la forma en que se emocionaba la llamaban la princesa loca- dijo ella con la voz entrecortada ya casi por llorar, ella misma sufriendo ese dolor.
-Cuando el rey se dio cuenta de cómo la llamaban comenzó a golpearla, para que no hiciera el ridículo según él- continuo.
...Continuará...
Rocio Y Belen
Capitulo 8
*Cuenta Sebastian*
Me saqué la camisa y me puse mi bata, tenia que ver que tanto daño le había hecho. Me acerque a ella con mucho cuidado no quería asustarla mas de lo que ya estaba, cuando sintió mi mano en su piel, ella comenzó a temblar mas y a llorar de nuevo.
-Te juro que no te voy hacer daño, solo quiero ver que tan lastimada estas- dije.
Ella no dejo de temblar y era lógico ella me tenia miedo, terror yo había hecho su noche de bodas la peor noche de su vida.
La levante de la cama y la lleve cargando al baño, cuando entramos me di cuenta que sus piernas estaban manchadas de sangre de lo que la había desgarrado con mi fuerza bruta. La limpié con todo el cuidado del mundo, pero ella no dejaba de temblar y no abría sus ojos, yo no me atrevía a preguntarle nada.
Cuando termine de limpiar su cuerpo, la lleve de regreso a la cama vi que las sabanas estaba manchadas, mañana todo el castillo se enteraría que ella ya no era una dulce doncella, por un lado estaría bien así el maldito de su padre dejaría de molestarla.
La recosté con cuidado ella no decía nada solo lloraba, la tape para que tratara de descansar y yo me senté en un sillón.
No sé en que momento ella se quedo dormida, pero aun dormida ella lloraba y suplicaba que no la lastimara. Maldito, él pagaría por lo que me hizo hacerle a Carina. Yo había creído en él como un idiota y yo había lastimado al ser más puro que conocí en toda mi vida, sabía que no me alcanzaría la vida entera para arrepentirme por lo que le había hecho, pero mi vida la consagraría a pedirle perdón y ganármelo.
La noche fue lenta, cuando los primero rayos de sol se colaron por la ventana ella se inquietó yo me acerque a ella y recibí otro golpe, sus brazos estaban llenos de moretones y en su cara tenía otro, en su hombro había una mordida bastante profunda, que no supe en que momento se la hice, su cuerpo y su alma estaban muy lastimados y el que se lo había hecho había sido yo.
Me senté en la cama, lejos de ella para que cuando despertara no se asustara más de lo que de seguro estaba.
Ella despertó, cuando abrió sus ojos me miro fijamente, y ella seguía dándome otro golpe, en su mirada no había odio ni rencor ni siquiera bronca, solo había miedo, tristeza, dolor.
-Hola Carina- dije.
Ella no me contesto y se cubrió más con las sabanas de la cama.
-Carina déjame explicarte por que me comporte así anoche- dije.
-Mi padre ya me lo explico no se preocupe príncipe - dijo ella llenándose sus ojitos de lágrimas, me partía el alma verla llorar, estaba totalmente destruida.
-¿Qué es lo que te explico Carina?- pregunte.
-Que como usted no me quería, y yo no soy linda me tenía que tratar mal en la noche de bodas para dejar su semilla en mí y así poder dar un heredero a Ferris - dijo ella con su voz entrecortada.
-No Carina eso no es así- dije intentado acercarme a ella pero ella comenzó a temblar de nuevo y no paraba de llorar.
-Mira Carina, tu padre anoche me dijo que vos tenias un amante, que me habías engañado, y también a mi familia, eso me lleno de furia y de bronca contra vos- dije.
-Eso no es cierto príncipe- dijo ella mientras me daba la vista de sus lágrimas rodar por sus mejillas rosadas muy lastimada.
-Lo sé Carina, pero me di cuenta tarde de que eso no era verdad, cuando lo descubrí ya te había lastimado.
Ella no levanto su rostro ni dijo nada.
-Voy a buscar a alguien para que te ayude- dije parándome de la cama.
-No se preocupe príncipe estoy acostumbrada a curarme yo sola los golpes- dijo ella, levantándose de la cama y envolviéndose en la sabana. Cuando ella se metió al baño rápidamente, salí para que trajeran a mi madre y a Emma.
Mi madre y mi hermana llegaron en un minuto y hasta Belle y Esperanza venían con ellas.
-¿Qué pasa hijo?- preguntó mi Madre.
-Necesito que entren con Carina - dije sin mirarlas a la cara.
-¿Por qué, qué tiene?- pregunto Emma.
-No me pregunten y entren - dije serio. -Vos no Esperanza - dije y ella me miro sin entender, pero rápidamente se dio la media vuelta y se fue.
Mi madre, Emma y Belle entraron a la habitación, yo me quede en la antesala, pensando la manera de vengarme del rey Charles y en cómo ganarme el perdón de Carina.
No sé cuánto tiempo paso y Emma y Belle salieron de la habitación.
-Sos un maldito bastardo- dijo mi hermana mirándome con odio.
-¿Cómo pudiste causarle tanto daño?- pregunto Belle con horror.
-¿Como esta?- pregunté.
...Continuará...
Rocio y Belen
Me saqué la camisa y me puse mi bata, tenia que ver que tanto daño le había hecho. Me acerque a ella con mucho cuidado no quería asustarla mas de lo que ya estaba, cuando sintió mi mano en su piel, ella comenzó a temblar mas y a llorar de nuevo.
-Te juro que no te voy hacer daño, solo quiero ver que tan lastimada estas- dije.
Ella no dejo de temblar y era lógico ella me tenia miedo, terror yo había hecho su noche de bodas la peor noche de su vida.
La levante de la cama y la lleve cargando al baño, cuando entramos me di cuenta que sus piernas estaban manchadas de sangre de lo que la había desgarrado con mi fuerza bruta. La limpié con todo el cuidado del mundo, pero ella no dejaba de temblar y no abría sus ojos, yo no me atrevía a preguntarle nada.
Cuando termine de limpiar su cuerpo, la lleve de regreso a la cama vi que las sabanas estaba manchadas, mañana todo el castillo se enteraría que ella ya no era una dulce doncella, por un lado estaría bien así el maldito de su padre dejaría de molestarla.
La recosté con cuidado ella no decía nada solo lloraba, la tape para que tratara de descansar y yo me senté en un sillón.
No sé en que momento ella se quedo dormida, pero aun dormida ella lloraba y suplicaba que no la lastimara. Maldito, él pagaría por lo que me hizo hacerle a Carina. Yo había creído en él como un idiota y yo había lastimado al ser más puro que conocí en toda mi vida, sabía que no me alcanzaría la vida entera para arrepentirme por lo que le había hecho, pero mi vida la consagraría a pedirle perdón y ganármelo.
La noche fue lenta, cuando los primero rayos de sol se colaron por la ventana ella se inquietó yo me acerque a ella y recibí otro golpe, sus brazos estaban llenos de moretones y en su cara tenía otro, en su hombro había una mordida bastante profunda, que no supe en que momento se la hice, su cuerpo y su alma estaban muy lastimados y el que se lo había hecho había sido yo.
Me senté en la cama, lejos de ella para que cuando despertara no se asustara más de lo que de seguro estaba.
Ella despertó, cuando abrió sus ojos me miro fijamente, y ella seguía dándome otro golpe, en su mirada no había odio ni rencor ni siquiera bronca, solo había miedo, tristeza, dolor.
-Hola Carina- dije.
Ella no me contesto y se cubrió más con las sabanas de la cama.
-Carina déjame explicarte por que me comporte así anoche- dije.
-Mi padre ya me lo explico no se preocupe príncipe - dijo ella llenándose sus ojitos de lágrimas, me partía el alma verla llorar, estaba totalmente destruida.
-¿Qué es lo que te explico Carina?- pregunte.
-Que como usted no me quería, y yo no soy linda me tenía que tratar mal en la noche de bodas para dejar su semilla en mí y así poder dar un heredero a Ferris - dijo ella con su voz entrecortada.
-No Carina eso no es así- dije intentado acercarme a ella pero ella comenzó a temblar de nuevo y no paraba de llorar.
-Mira Carina, tu padre anoche me dijo que vos tenias un amante, que me habías engañado, y también a mi familia, eso me lleno de furia y de bronca contra vos- dije.
-Eso no es cierto príncipe- dijo ella mientras me daba la vista de sus lágrimas rodar por sus mejillas rosadas muy lastimada.
-Lo sé Carina, pero me di cuenta tarde de que eso no era verdad, cuando lo descubrí ya te había lastimado.
Ella no levanto su rostro ni dijo nada.
-Voy a buscar a alguien para que te ayude- dije parándome de la cama.
-No se preocupe príncipe estoy acostumbrada a curarme yo sola los golpes- dijo ella, levantándose de la cama y envolviéndose en la sabana. Cuando ella se metió al baño rápidamente, salí para que trajeran a mi madre y a Emma.
Mi madre y mi hermana llegaron en un minuto y hasta Belle y Esperanza venían con ellas.
-¿Qué pasa hijo?- preguntó mi Madre.
-Necesito que entren con Carina - dije sin mirarlas a la cara.
-¿Por qué, qué tiene?- pregunto Emma.
-No me pregunten y entren - dije serio. -Vos no Esperanza - dije y ella me miro sin entender, pero rápidamente se dio la media vuelta y se fue.
Mi madre, Emma y Belle entraron a la habitación, yo me quede en la antesala, pensando la manera de vengarme del rey Charles y en cómo ganarme el perdón de Carina.
No sé cuánto tiempo paso y Emma y Belle salieron de la habitación.
-Sos un maldito bastardo- dijo mi hermana mirándome con odio.
-¿Cómo pudiste causarle tanto daño?- pregunto Belle con horror.
-¿Como esta?- pregunté.
...Continuará...
Rocio y Belen
domingo, 20 de octubre de 2013
Capitulo 7
*Cuenta Sebastian*
En cuanto llego la hora de retirarnos, agarré a Carina con brusquedad y le ordené a sus sirvientas que se apuraran a desvestirla.
Yo la estaba esperando en la habitación mientras sus sirvientas la ayudaban a cambiarse en el baño.
No sé cuantas copas de whisky me había tomado, pero estaba bastante ebrio, casi no había parado de beber desde que había hablado con Charles.
Estaba furioso, "Que buena actriz me había resultado ésta loca",*PENSÉ* pero hoy me lo cobraría.
Cuando ella entro a la habitación, estaba completamente sonrojada, se veía como un ángel en su camisón. Tenía su cabello suelto que caía en ondas por sus hombros, estaba a punto de flaquear cuando recordé que ella no era tan inocente y esta noche lo pagaría.
-Vení Carina- dije escupiendo su nombre.
-¿Está molesto príncipe?- pregunto ella sin levantar la cara.
-Que buena actriz sos- dije riéndome.
-No entiendo príncipe- dijo ella con temor en su voz.
-No me hagas reír, pero esta noche vas a pagar por haberme engañado a mí y a mi familia y te aviso que Esperanza se va a quedar acá, como mi amante. ¿Entendiste?- le grite advirtiéndola.
Ella no respondió nada ella solo empezó a llorar.
-Calláte Carina, dejá de llorar o te voy a dar una buena razón para llorar ¿me entendiste?- le dije agarrándola fuertemente del brazo.
-Si príncipe- respondió ella en un susurro, pero no dejaba de llorar.
-Que es lo que te pasa Carina ¿Que yo no te gusto?- pregunte con odio.
-Si príncipe, claro que si- dijo ella llorando más. Nunca en mi vida me había sentido tan enojado ella aun lloraba como si de verdad estuviera asustada como si de verdad ella fuera una virgen.
-Que te calles- dije dándole una cachetada, ella se limpio sus lagrimas rápidamente y dejo de llorar.
En sus ojos podía ver el miedo y la desesperación, pero no debía olvidarme que ella me había engañado antes.
Así que me acerque más a ella y le arranque su camisón, dejándola totalmente desnuda ante mí.
Ella intento cubrirse con sus brazos. Su cuerpo era perfecto, era como si lo hubieran hecho a mano tallándolo con delicadeza como si fuera de porcelana. Por un momento sentí que debía tratarla como una delicada flor, pero el recuerdo de las palabras de su Padre, junto con mi ira regresaron a mi cabeza.
-Déjame verte, a mi no me prives- dije quitándome el pantalón nada mas, cuando acabara con ella me iría a la habitación de Esperanza a sacar mi mal estado.
-Arrodíllate - le ordene.
Ella solo me miraba pero no se movía.
-Que te arrodilles- le grite de nuevo y ella lo hizo veía su cuerpo temblar.
Yo termine de quitarme los pantalones y mi ropa interior, me pare frente a ella y le ordene que abriera la boca.
Ella me miro con más miedo, su cara era de terror, por sus ojos no dejaban de salir lagrimas, pero eso no me engañaría, su propio Padre me lo había dicho ella era una zorra y así la trataría.
-O la abrís por las buenas, o por las malas- dije.
Ella cerró los ojos y abrió su boca, sin darle tiempo a nada metí mi miembro en su boca, ella no hacía nada.
-Chúpala Carina, sé que sabes hacerlo- ella seguía sin hacer ningún movimiento, ella seguía en su papel de virgen.
La levante de los brazos con fuerza, la tire en la cama y me puse sobre ella.
-Ahora te voy a demostrar que no sos tan buena actriz - dije posicionándome en medio de sus piernas.
-Por favor príncipe se lo ruego- dijo ella entre lagrimas y gritos tratando de zafarse de mí.
-Sos una zorra Carina, y por lo visto no muy buena- dije tomándola de los brazos para que dejara de moverse.
Con mis piernas abría más sus piernas y entre en ella de un solo golpe.
Ella soltó un grito desgarrador y mientras que yo me sentía la peor basura más grande del mundo, sentí como rompía su pureza. Lamenté no darme cuenta antes que su Padre me había engañado, ella era virgen. Me quede inmóvil dentro de ella, ella sollozaba y temblaba. No tenía el valor de verla a la cara.
Cuando tuve la fuerza suficiente salí de ella y me senté en la cama, ella no dejaba de temblar y llorar desconsoladamente. No sabía cómo consolarla o tratar de calmarla si yo había sido el monstruo que le había provocado ese estado.
...Continuara...
Rocio y Belen =D
En cuanto llego la hora de retirarnos, agarré a Carina con brusquedad y le ordené a sus sirvientas que se apuraran a desvestirla.
Yo la estaba esperando en la habitación mientras sus sirvientas la ayudaban a cambiarse en el baño.
No sé cuantas copas de whisky me había tomado, pero estaba bastante ebrio, casi no había parado de beber desde que había hablado con Charles.
Estaba furioso, "Que buena actriz me había resultado ésta loca",*PENSÉ* pero hoy me lo cobraría.
Cuando ella entro a la habitación, estaba completamente sonrojada, se veía como un ángel en su camisón. Tenía su cabello suelto que caía en ondas por sus hombros, estaba a punto de flaquear cuando recordé que ella no era tan inocente y esta noche lo pagaría.
-Vení Carina- dije escupiendo su nombre.
-¿Está molesto príncipe?- pregunto ella sin levantar la cara.
-Que buena actriz sos- dije riéndome.
-No entiendo príncipe- dijo ella con temor en su voz.
-No me hagas reír, pero esta noche vas a pagar por haberme engañado a mí y a mi familia y te aviso que Esperanza se va a quedar acá, como mi amante. ¿Entendiste?- le grite advirtiéndola.
Ella no respondió nada ella solo empezó a llorar.
-Calláte Carina, dejá de llorar o te voy a dar una buena razón para llorar ¿me entendiste?- le dije agarrándola fuertemente del brazo.
-Si príncipe- respondió ella en un susurro, pero no dejaba de llorar.
-Que es lo que te pasa Carina ¿Que yo no te gusto?- pregunte con odio.
-Si príncipe, claro que si- dijo ella llorando más. Nunca en mi vida me había sentido tan enojado ella aun lloraba como si de verdad estuviera asustada como si de verdad ella fuera una virgen.
-Que te calles- dije dándole una cachetada, ella se limpio sus lagrimas rápidamente y dejo de llorar.
En sus ojos podía ver el miedo y la desesperación, pero no debía olvidarme que ella me había engañado antes.
Así que me acerque más a ella y le arranque su camisón, dejándola totalmente desnuda ante mí.
Ella intento cubrirse con sus brazos. Su cuerpo era perfecto, era como si lo hubieran hecho a mano tallándolo con delicadeza como si fuera de porcelana. Por un momento sentí que debía tratarla como una delicada flor, pero el recuerdo de las palabras de su Padre, junto con mi ira regresaron a mi cabeza.
-Déjame verte, a mi no me prives- dije quitándome el pantalón nada mas, cuando acabara con ella me iría a la habitación de Esperanza a sacar mi mal estado.
-Arrodíllate - le ordene.
Ella solo me miraba pero no se movía.
-Que te arrodilles- le grite de nuevo y ella lo hizo veía su cuerpo temblar.
Yo termine de quitarme los pantalones y mi ropa interior, me pare frente a ella y le ordene que abriera la boca.
Ella me miro con más miedo, su cara era de terror, por sus ojos no dejaban de salir lagrimas, pero eso no me engañaría, su propio Padre me lo había dicho ella era una zorra y así la trataría.
-O la abrís por las buenas, o por las malas- dije.
Ella cerró los ojos y abrió su boca, sin darle tiempo a nada metí mi miembro en su boca, ella no hacía nada.
-Chúpala Carina, sé que sabes hacerlo- ella seguía sin hacer ningún movimiento, ella seguía en su papel de virgen.
La levante de los brazos con fuerza, la tire en la cama y me puse sobre ella.
-Ahora te voy a demostrar que no sos tan buena actriz - dije posicionándome en medio de sus piernas.
-Por favor príncipe se lo ruego- dijo ella entre lagrimas y gritos tratando de zafarse de mí.
-Sos una zorra Carina, y por lo visto no muy buena- dije tomándola de los brazos para que dejara de moverse.
Con mis piernas abría más sus piernas y entre en ella de un solo golpe.
Ella soltó un grito desgarrador y mientras que yo me sentía la peor basura más grande del mundo, sentí como rompía su pureza. Lamenté no darme cuenta antes que su Padre me había engañado, ella era virgen. Me quede inmóvil dentro de ella, ella sollozaba y temblaba. No tenía el valor de verla a la cara.
Cuando tuve la fuerza suficiente salí de ella y me senté en la cama, ella no dejaba de temblar y llorar desconsoladamente. No sabía cómo consolarla o tratar de calmarla si yo había sido el monstruo que le había provocado ese estado.
...Continuara...
Rocio y Belen =D
Capitulo 6
*Cuenta Sebastian
La recepción fue larga y aburrida cada vez se acercaba más la hora de retirarnos a nuestra habitación para llegar al último paso, que era hacerla mía.
Pero antes de esohablaría con el Rey Charles y le dejaría muy claro que no quería que volviera a golpear a Carina.
-Rey me gustaría hablar con usted un momento -dije cuando lo encontré hablando con mi padre.
-Claro que sí Sebastián, vamos al despacho -dijo él. Ya estaba un poco ebrio.
Cuando entramos al despacho el seguía brindando por todo.
-Dime Sebastián. ¿De qué querías hablar conmigo? -dijo él en tono alegre entregándome una copa.
-Se que golpeó a Carina -dije directo
-¿Ella te lo dijo? -preguntó divertido
-No claro que no -respondí rapidamente
-¿Entonces? -preguntó
-Se que usted la golpeó por descubrirme con mi amante -reconocí
-No Sebastián la golpee por que ella te estaba engañando y tenía un amante, por eso la mantuve encerrada todos estos días- dijo con mucha seriedad.
-¿Qué? -pregunté enojado (así que ella no estaba deprimida por mi, sino por su amante y claro el día que entró a mi habitación quería acostarse conmigo como una zorra cualquiera) *Pense*
-Así que por esta noche no te preocupes por cuidarla mucho, ella ya no es una doncella pura - dijo riendo - así que no tenés por que tener consideraciones con ella solo deposita tu semilla en ella y así Ferris tendrá el heredero más pronto -dijo él.
-¿Quien es su amante? -pregunté
-Un tipo del cuál ya me encargué, Carina quiso escaparse con él, y yo no podía dejar que eso pasara, Sebastián -dijo serio viendome a los ojos
Una ira me inundó el alma, pero ella sabrá esta noche que nadie juega con Sebastián Estevanez de Varick, ella pagará el haberme echo sentir culpable, y Esperanza la pobre que nada debía de todo esto, había pasado días llorando diciendo que ella era una mala persona por el sufrimiento que le había ocasionado a Carina. Esperanza estaba decidida a irse con mis padres a Varick, pero no se lo permitiría no cuando la zorra de mi mujer no se merece ningún tipo de cosnsideración y esta noche no tendría ninguna con ella.
... Continuara ...
Rocio y Belen
La recepción fue larga y aburrida cada vez se acercaba más la hora de retirarnos a nuestra habitación para llegar al último paso, que era hacerla mía.
Pero antes de esohablaría con el Rey Charles y le dejaría muy claro que no quería que volviera a golpear a Carina.
-Rey me gustaría hablar con usted un momento -dije cuando lo encontré hablando con mi padre.
-Claro que sí Sebastián, vamos al despacho -dijo él. Ya estaba un poco ebrio.
Cuando entramos al despacho el seguía brindando por todo.
-Dime Sebastián. ¿De qué querías hablar conmigo? -dijo él en tono alegre entregándome una copa.
-Se que golpeó a Carina -dije directo
-¿Ella te lo dijo? -preguntó divertido
-No claro que no -respondí rapidamente
-¿Entonces? -preguntó
-Se que usted la golpeó por descubrirme con mi amante -reconocí
-No Sebastián la golpee por que ella te estaba engañando y tenía un amante, por eso la mantuve encerrada todos estos días- dijo con mucha seriedad.
-¿Qué? -pregunté enojado (así que ella no estaba deprimida por mi, sino por su amante y claro el día que entró a mi habitación quería acostarse conmigo como una zorra cualquiera) *Pense*
-Así que por esta noche no te preocupes por cuidarla mucho, ella ya no es una doncella pura - dijo riendo - así que no tenés por que tener consideraciones con ella solo deposita tu semilla en ella y así Ferris tendrá el heredero más pronto -dijo él.
-¿Quien es su amante? -pregunté
-Un tipo del cuál ya me encargué, Carina quiso escaparse con él, y yo no podía dejar que eso pasara, Sebastián -dijo serio viendome a los ojos
Una ira me inundó el alma, pero ella sabrá esta noche que nadie juega con Sebastián Estevanez de Varick, ella pagará el haberme echo sentir culpable, y Esperanza la pobre que nada debía de todo esto, había pasado días llorando diciendo que ella era una mala persona por el sufrimiento que le había ocasionado a Carina. Esperanza estaba decidida a irse con mis padres a Varick, pero no se lo permitiría no cuando la zorra de mi mujer no se merece ningún tipo de cosnsideración y esta noche no tendría ninguna con ella.
... Continuara ...
Rocio y Belen
sábado, 19 de octubre de 2013
Capitulo 5
-Con razón el príncipe Sebastian tubo que traer a su amante, de seguro sabia que vos no servirías para nada - decía el muy maldito a su hija, yo estaba sin palabras el rey Charles sabia que Esperanza era mi amante y no decía nada y todavía la retaba a Carina
-Lo siento padre, ya me disculpe con el príncipe- decía ella.
-Deja de llorar idiota o te voy a dar una buena razón para que lo hagas - le grito su padre.
Yo iba a entrar cuando la sirvienta de Carina me lo impidió.
-Correte - le ordene.
-No meta a la princesa en más problemas seguro mañana se le va a pasar el enojo al rey- dijo ella en tono de suplica.
No sabía que hacer, así que como buen cobarde me fui a mi habitación. Esperanza no fue esa noche, sabía que ella se sentía igual de miserable que yo, y ahora estaba el hecho de que el rey Charles la trataba mal a Carina, ahora me sentía peor que un cerdo.
A la mañana siguiente no la vi en el desayuno, su padre la excusó diciendo que los nervios de la boda la tenían muy mal, yo no le creí ni una sola palabra, no después de escuchar como la había tratado anoche.
Cuando el desayuno termino de inmediato fui a su habitación quería saber que le había hecho su padre.
Cuando llegue a su habitación su sirvienta no me dejo pasar diciendo que la princesa estaba dormida y que el rey no estaría de acuerdo con mi visita en la habitación de la princesa, para no meterla en más problemas me fui, pero no me quedaría con la duda de lo que realmente le pasaba.
Sabía que solo había una persona que me podía ayudar y esa era mi hermana.
-Emma necesito tu ayuda- le dije.
-¿Queres que hable con Carina de lo que paso con Esperanza?- me pregunto enojada.
-¿Como lo sabes?- pregunté.
-Todos lo sabemos Sebastián- dijo ella matándome con la mirada.
-Necesito tu ayuda por favor, no quiero que hables con Carina de Esperanza solo quiero que veas que es lo que tiene por favor- dije.
-Está bien, pero no pienses que le voy a decir nada a tu favor- dijo ella saliendo de su habitación.
La acompañe hasta la habitación de Carina, y yo me quede afuera, Emma no tardo mucho en salir.
-¿Como esta?- pregunté preocupado.
-¿De verdad te preocupa?- pregunto.
-Si Emma, decime como esta- le exigí
-Parece que ayer se calló y se golpeó con su mesa de noche tiene un poco morada la mejilla derecha nada más- dijo mi hermana.
-Gracias- fue lo único que dije yo sabía de sobra que ella no se había caído y se había golpeado, su Padre la había golpeado.
No sabía cómo enfrentar la situación, Carina todavía no era mi esposa y yo no podía arriesgarme a que el rey Charles cancelara el compromiso, así que iba a esperar hasta el día de la boda para hablar con él, una vez que Carina sea mi esposa, el ya no podría decirle nada y mucho menos tocarla. Sentía que debía protegerla, quería hacerlo.
Los siguientes días no la vi, ella no salía de su habitación, mi Madre, Belle y Emma, se habían encargado de probarle su vestido y todo lo demás.
Emma empezaba a pasar más tiempo con ella y eso me alegraba, ella seguro que se sentía muy sola, me gustaría poder amarla como ella se merece pero no creo que eso sea posible, por lo menos no por ahora. En este momento lo único que me ata a ella es un reino y la culpa, hay momentos en los que recuerdo su mirada o su aroma y quiero salir corriendo y abrazarla, sentir de nuevo su piel, esa piel que jamás fue tocada por nadie, lo sé porque su mirada es inocente y pura. Cuando pensaba en ella sentía como si algo se hinchara en mi interior, desde la noche en que Carina me descubrió con Esperanza, ella no había vuelto a mi habitación. Y una parte de mi se lo agradecía ya que hubo noches en las pensé en como seria hacer el amor con Carina y sabia que Esperanza no se merecía que yo la hiciera mía mientras pensaba en otra mujer.
El día de la boda llego, ella se veía muy hermosa como sacada de un cuento, pero en sus ojos no había esa ternura que siempre tenía, en sus ojos solo había una profunda tristeza y soledad. Sabía que era por lo que había pasado con Esperanza, cuando el padre nos indico que podía besar a la novia, ella se sonrojo y eso me alegro, saber que yo la ponía así levanto mi ego, así que me acerque a ella y la bese en la comisura de los labios, ella levanto su rostro y me miro con esos ojos que hacían que me perdiera y por fin después de tantos días vi esa sonrisa suya que me encantaba.
Su padre se acerco a nosotros a felicitarnos, bueno en realidad se acerco a felicitarme a mí, ya que a Carina la ignoro, eso me molestó mucho, pero después de hoy nadie la volvería a humillar y maltratar.
Cuando llegamos al banquete la tenía tomada de la mano, ella sonreía mas por compromiso que por felicidad, pero esta noche cuando cumpliera con mis deberes de esposo, me comportaría como un caballero con ella y trataría de hacerle el amor, que no sería difícil con su vestido de novia se veía hermosa, perfecta, no me había dado cuenta que el cuerpo de niña que había visto hace dos años había desaparecido para dar paso al cuerpo de una mujer hermosa. Sus pechos eran perfectos y eso que traía el vestido no quería ni imaginarme como sería tenerla desnuda debajo de mi, y sabia que ella era virgen, sabía que yo sería el primer hombre en probar sus besos, sus caricias, sería el primero y el último en tomar su cuerpo.
...Continuara...
Rocio y Bell
-Lo siento padre, ya me disculpe con el príncipe- decía ella.
-Deja de llorar idiota o te voy a dar una buena razón para que lo hagas - le grito su padre.
Yo iba a entrar cuando la sirvienta de Carina me lo impidió.
-Correte - le ordene.
-No meta a la princesa en más problemas seguro mañana se le va a pasar el enojo al rey- dijo ella en tono de suplica.
No sabía que hacer, así que como buen cobarde me fui a mi habitación. Esperanza no fue esa noche, sabía que ella se sentía igual de miserable que yo, y ahora estaba el hecho de que el rey Charles la trataba mal a Carina, ahora me sentía peor que un cerdo.
A la mañana siguiente no la vi en el desayuno, su padre la excusó diciendo que los nervios de la boda la tenían muy mal, yo no le creí ni una sola palabra, no después de escuchar como la había tratado anoche.
Cuando el desayuno termino de inmediato fui a su habitación quería saber que le había hecho su padre.
Cuando llegue a su habitación su sirvienta no me dejo pasar diciendo que la princesa estaba dormida y que el rey no estaría de acuerdo con mi visita en la habitación de la princesa, para no meterla en más problemas me fui, pero no me quedaría con la duda de lo que realmente le pasaba.
Sabía que solo había una persona que me podía ayudar y esa era mi hermana.
-Emma necesito tu ayuda- le dije.
-¿Queres que hable con Carina de lo que paso con Esperanza?- me pregunto enojada.
-¿Como lo sabes?- pregunté.
-Todos lo sabemos Sebastián- dijo ella matándome con la mirada.
-Necesito tu ayuda por favor, no quiero que hables con Carina de Esperanza solo quiero que veas que es lo que tiene por favor- dije.
-Está bien, pero no pienses que le voy a decir nada a tu favor- dijo ella saliendo de su habitación.
La acompañe hasta la habitación de Carina, y yo me quede afuera, Emma no tardo mucho en salir.
-¿Como esta?- pregunté preocupado.
-¿De verdad te preocupa?- pregunto.
-Si Emma, decime como esta- le exigí
-Parece que ayer se calló y se golpeó con su mesa de noche tiene un poco morada la mejilla derecha nada más- dijo mi hermana.
-Gracias- fue lo único que dije yo sabía de sobra que ella no se había caído y se había golpeado, su Padre la había golpeado.
No sabía cómo enfrentar la situación, Carina todavía no era mi esposa y yo no podía arriesgarme a que el rey Charles cancelara el compromiso, así que iba a esperar hasta el día de la boda para hablar con él, una vez que Carina sea mi esposa, el ya no podría decirle nada y mucho menos tocarla. Sentía que debía protegerla, quería hacerlo.
Los siguientes días no la vi, ella no salía de su habitación, mi Madre, Belle y Emma, se habían encargado de probarle su vestido y todo lo demás.
Emma empezaba a pasar más tiempo con ella y eso me alegraba, ella seguro que se sentía muy sola, me gustaría poder amarla como ella se merece pero no creo que eso sea posible, por lo menos no por ahora. En este momento lo único que me ata a ella es un reino y la culpa, hay momentos en los que recuerdo su mirada o su aroma y quiero salir corriendo y abrazarla, sentir de nuevo su piel, esa piel que jamás fue tocada por nadie, lo sé porque su mirada es inocente y pura. Cuando pensaba en ella sentía como si algo se hinchara en mi interior, desde la noche en que Carina me descubrió con Esperanza, ella no había vuelto a mi habitación. Y una parte de mi se lo agradecía ya que hubo noches en las pensé en como seria hacer el amor con Carina y sabia que Esperanza no se merecía que yo la hiciera mía mientras pensaba en otra mujer.
El día de la boda llego, ella se veía muy hermosa como sacada de un cuento, pero en sus ojos no había esa ternura que siempre tenía, en sus ojos solo había una profunda tristeza y soledad. Sabía que era por lo que había pasado con Esperanza, cuando el padre nos indico que podía besar a la novia, ella se sonrojo y eso me alegro, saber que yo la ponía así levanto mi ego, así que me acerque a ella y la bese en la comisura de los labios, ella levanto su rostro y me miro con esos ojos que hacían que me perdiera y por fin después de tantos días vi esa sonrisa suya que me encantaba.
Su padre se acerco a nosotros a felicitarnos, bueno en realidad se acerco a felicitarme a mí, ya que a Carina la ignoro, eso me molestó mucho, pero después de hoy nadie la volvería a humillar y maltratar.
Cuando llegamos al banquete la tenía tomada de la mano, ella sonreía mas por compromiso que por felicidad, pero esta noche cuando cumpliera con mis deberes de esposo, me comportaría como un caballero con ella y trataría de hacerle el amor, que no sería difícil con su vestido de novia se veía hermosa, perfecta, no me había dado cuenta que el cuerpo de niña que había visto hace dos años había desaparecido para dar paso al cuerpo de una mujer hermosa. Sus pechos eran perfectos y eso que traía el vestido no quería ni imaginarme como sería tenerla desnuda debajo de mi, y sabia que ella era virgen, sabía que yo sería el primer hombre en probar sus besos, sus caricias, sería el primero y el último en tomar su cuerpo.
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Rocio y Bell
domingo, 13 de octubre de 2013
Capitulo 4
Ella se veía tan rota, tan lastimada- dijo Esperanza con lagrimas en los ojos.
-Lo se- dije frustrado.
Cuando termine de vestirme, fui hacia la habitación de Carina, entre a su habitación sin ni siquiera tocar a la puerta y ahí estaba ella sentada en el suelo con su cabeza en el regazo de su sirvienta llorando.
-Quiero hablar con la princesa salga- le ordene a la sirvienta.
La sirvienta salió de inmediato y Carina seguía sentada en el suelo pero ahora su cabeza estaba apoyada en un sillón.
No sabia si acercarme a ella o no, ella no me miraba, así que opte por quedarme parado lejos de ella.
-¿A qué fuiste a mi habitación?- Pregunte.
-Quería decirle buenas noches, lamento mucho haberlo molestado príncipe- dijo ella sin mirarme a la cara y esa contestación me hizo enfurecer mas, quería que me insultara, que me gritara no que ella me pidiera perdón.
-Una dama no entra al cuarto de un hombre así- le grité, no se por que le hablaba de esta manera si ella no tenia la culpa de nada
-De verdad lo lamento príncipe no volveré a molestarlo- dijo.
-Miráme cuando te hablo - le grite molesto, ella giro su rostro y era mas que verdad lo que me dijo Esperanza ella se veía completamente destruida.
-Perdóneme príncipe le juro que no voy a volver a hacer algo que lo moleste - dijo ella mirándome.
Esa contestación termino de destruirme, no sabía por que ella no me odiaba no me gritaba o por lo menos me veía con odio.
-Carina lo lamento, no quise gritarte solo que me sorprendió verte en mi habitación- dije acercándome a ella.
-De enserio príncipe lo lamento no fue mi intención molestarlo no va a volver a pasar- dijo tímidamente.
-Carina perdoname - dije depositando un beso en su coronilla, su aroma me embriago por completo, la abrace fuertemente su cabeza estaba recargada en mi pecho, los dos estábamos sentados en el piso.
-Es hora de que me retire no quiero meterte en problemas con tu padre- le dije.
-Si príncipe - dijo ella, sabia que había perdido su confianza, y el hecho de que ella no me reclamará nada me estaba matando.
Yo no pude resistir mas y salí de su habitación, su sirvienta estaba afuera de la puerta ni siquiera la mire y me fui a mi habitación, no sabía como la iba a ver mañana, ¿Y si hablaba con su padre y le decía que me vio con Esperanza? ,¡Ay dios mío! esto acabaría con todos los planes de mi familia. Esa noche casi no dormí estaba preocupado de lo que pasaría.
Cuando baje a desayunar ya estaban todos reunidos en el comedor. Hasta Esperanza ya estaba ahí, Carina estaba seria, su ojos me vieron fijamente y en su rostro no estaba la sonrisa con la que siempre me recibía en el comedor, su mirada era demasiado triste y sus ojos estaban hinchados y estaba más pálida que de costumbre.
-Buenos días- dije.
-Buenos días- respondieron todos el mismo tiempo.
-La veo pálida princesa Carina - dijo mi Madre.
-No pase una buena noche su alteza- dijo ella con voz triste, yo vi discretamente a Esperanza que observaba a Carina como si quisiera pedirle perdón.
-Espero no sea nada de cuidado- dijo mi Padre.
-No su alteza deben ser los nervios por la... Boda- la última palabra le costó decirla y todos se dieron cuenta.
En cuanto terminamos de desayunar no salí del palacio, no tenía la fuerza para verla, nunca me imagine que pudiera lastimarla tanto y mucho menos que ella fuera tan frágil.
Cuando volví ya era de noche, ni siquiera quería ver a Esperanza y si esta noche se metía a mi habitación le pediría que se fuera hoy no podría estar con ella ni con nadie. Cuando iba a mi habitación, me dieron muchas ganas de ir y hablar con Carina, pedirle perdón por lastimarla, por no amarla como ella de seguro se merecía así que sin pensarlo mucho fui a su habitación.
Cuando iba tocar escuché que el rey Charles estaba con ella.
-Eres una idiota Carina- decía el rey.
-Lo siento padre lo haré mejor- decía ella.
...Continuara...
Rocio & Bell
-Lo se- dije frustrado.
Cuando termine de vestirme, fui hacia la habitación de Carina, entre a su habitación sin ni siquiera tocar a la puerta y ahí estaba ella sentada en el suelo con su cabeza en el regazo de su sirvienta llorando.
-Quiero hablar con la princesa salga- le ordene a la sirvienta.
La sirvienta salió de inmediato y Carina seguía sentada en el suelo pero ahora su cabeza estaba apoyada en un sillón.
No sabia si acercarme a ella o no, ella no me miraba, así que opte por quedarme parado lejos de ella.
-¿A qué fuiste a mi habitación?- Pregunte.
-Quería decirle buenas noches, lamento mucho haberlo molestado príncipe- dijo ella sin mirarme a la cara y esa contestación me hizo enfurecer mas, quería que me insultara, que me gritara no que ella me pidiera perdón.
-Una dama no entra al cuarto de un hombre así- le grité, no se por que le hablaba de esta manera si ella no tenia la culpa de nada
-De verdad lo lamento príncipe no volveré a molestarlo- dijo.
-Miráme cuando te hablo - le grite molesto, ella giro su rostro y era mas que verdad lo que me dijo Esperanza ella se veía completamente destruida.
-Perdóneme príncipe le juro que no voy a volver a hacer algo que lo moleste - dijo ella mirándome.
Esa contestación termino de destruirme, no sabía por que ella no me odiaba no me gritaba o por lo menos me veía con odio.
-Carina lo lamento, no quise gritarte solo que me sorprendió verte en mi habitación- dije acercándome a ella.
-De enserio príncipe lo lamento no fue mi intención molestarlo no va a volver a pasar- dijo tímidamente.
-Carina perdoname - dije depositando un beso en su coronilla, su aroma me embriago por completo, la abrace fuertemente su cabeza estaba recargada en mi pecho, los dos estábamos sentados en el piso.
-Es hora de que me retire no quiero meterte en problemas con tu padre- le dije.
-Si príncipe - dijo ella, sabia que había perdido su confianza, y el hecho de que ella no me reclamará nada me estaba matando.
Yo no pude resistir mas y salí de su habitación, su sirvienta estaba afuera de la puerta ni siquiera la mire y me fui a mi habitación, no sabía como la iba a ver mañana, ¿Y si hablaba con su padre y le decía que me vio con Esperanza? ,¡Ay dios mío! esto acabaría con todos los planes de mi familia. Esa noche casi no dormí estaba preocupado de lo que pasaría.
Cuando baje a desayunar ya estaban todos reunidos en el comedor. Hasta Esperanza ya estaba ahí, Carina estaba seria, su ojos me vieron fijamente y en su rostro no estaba la sonrisa con la que siempre me recibía en el comedor, su mirada era demasiado triste y sus ojos estaban hinchados y estaba más pálida que de costumbre.
-Buenos días- dije.
-Buenos días- respondieron todos el mismo tiempo.
-La veo pálida princesa Carina - dijo mi Madre.
-No pase una buena noche su alteza- dijo ella con voz triste, yo vi discretamente a Esperanza que observaba a Carina como si quisiera pedirle perdón.
-Espero no sea nada de cuidado- dijo mi Padre.
-No su alteza deben ser los nervios por la... Boda- la última palabra le costó decirla y todos se dieron cuenta.
En cuanto terminamos de desayunar no salí del palacio, no tenía la fuerza para verla, nunca me imagine que pudiera lastimarla tanto y mucho menos que ella fuera tan frágil.
Cuando volví ya era de noche, ni siquiera quería ver a Esperanza y si esta noche se metía a mi habitación le pediría que se fuera hoy no podría estar con ella ni con nadie. Cuando iba a mi habitación, me dieron muchas ganas de ir y hablar con Carina, pedirle perdón por lastimarla, por no amarla como ella de seguro se merecía así que sin pensarlo mucho fui a su habitación.
Cuando iba tocar escuché que el rey Charles estaba con ella.
-Eres una idiota Carina- decía el rey.
-Lo siento padre lo haré mejor- decía ella.
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Rocio & Bell
sábado, 5 de octubre de 2013
Capitulo 3
*Cuenta Sebastian
Cuando llegamos al palacio de Ferris, me di cuenta que la princesa Carina no estaba tan loca, me puse nervioso por la presentación de Esperanza, no por que Carina se enojara,si no por lo que el rey Charles dijera.
Los días pasaron rápido, rara vez veía a Carina en los jardines, mi madre ,Emma y Belle se encargaban de la organización de la boda y la opinión de Carina ni la pedían. Yo me pasaba los días paseando por el palacio, el jardín y sus alrededores sólo o con el rey Charles que me mostraba como se manejaba el reino y por la noches Esperanza se metía a mi habitación y la hacia mía, "mi mujer".
Con Carina casi ni hablaba, por lo menos no sería una reina que hablaría como un loro, aunque había veces que me veía con esos ojos color café hermosos ¿dije hermosos? Bueno eso otra cosa, lo que me importaba era que en su mirada había esperanza y a pesar de que casi no le hacía caso o no la tomaba en cuenta ella siempre me sonreía y era una sonrisa genuina, eso me asustaba a veces.
Lo que si me di cuenta es que cuando su Padre estaba cerca ella no sonreía ni siquiera hablaba, nada no emitía ningún sonido, es más bajaba la cabeza como si le tuviera miedo de su Padre, aunque yo nunca había visto que su Padre le tratara mal ni nada por el estilo.
Un día me la encontré en el jardín acompañada de su sirvienta Isabella, ella estaba ahi, así que me acerque por cortesía.
-Buenos días princesa- dije cortésmente.
-Buenos días príncipe- me saludo sonrojándose.
-¿Parece que el jardín le gusta?- pregunté.
-Si es hermoso- dijo ella dandose vuelta para verme y fue ahi cuando vi un hermoso brillo en sus bellos ojos color castaño claro, y eso me puso nervioso.
-¿Usted lo cuida?- pregunte.
-No príncipe yo soy muy torpe para hacer ese tipo de cosas- dijo apenada.
-No lo creo princesa se ve que ve a las flores con amor y me imagino que así las tratara y eso es lo importante- dije sin saber de donde me había salido la ternura por ella.
-Gracias príncipe y le aseguro que tratare de ser la mejor esposa y lo obedeceré en todo- dijo ella con alegría.
Después de que ella dijera eso me acerque y sin darme cuenta que ella tenia un lindo sonrojo en el rostro, así que acaricie su rostro con delicadeza, su piel era suave, tersa, total y absolutamente perfecta.
-Bueno princesa la dejo así sigue disfrutando de su día- dije (Lo mejor era salir de ahí)
-¿Príncipe?- me llamo ella.
-¿Dígame?
-Llamame Carina, por favor- dijo tímidamente.
-Esta bien Carina y vos llamame Sebastian- dije despidiéndome de ella no sin antes notar que una perfecta y hermosa sonrisa se formaba en su rostro.
Ese día pensé mucho en Carina, había algo en ella que me parecía extraño, algo que me hacia que quisiera protegerla y cada vez que la miraba seguí viendo esperanza y felicidad en sus ojos.
Después de la cena todos nos retiramos a nuestras habitaciones me había dado cuenta que en todo el tiempo que llevábamos acá ni Emma ni Belle se habían acercado a Carina, ni siquiera para hablar.
Como todas la noches Esperanza llego a mi habitación. Tenía puesto su bata y su casi transparente camisón, no tarde mucho en quitársela y acostarla en la cama. Ella me desnudo en un minuto y me recosté sobre ella, estaba besando su cuello cuando escuché unos pasos y un sollozo de inmediato me di vuelta para ver quien era y la vi. Me quede quieto no se cuanto tiempo encima de Esperanza desnudo.
No podía moverme ni decir nada, solo la veía fijamente a los ojos, que aun cuando estaban empapados de lagrimas vi como el brillo y felicidad que había visto esta mañana en sus ojos había desaparecido, ella parecía estar igual que yo, así que en un momento de lucidez que tuve, agarré mi bata y me cubrí y con las sabanas cubrí a Esperanza
-¿Qué carajo haces acá Carina?- le grite molesto, no se por que me enoje , la que tenia que gritarme era ella y no lo hacía.
-Lo siento príncipe no quise molestar- dijo ella bajando la cabeza.
-Salí de acá - le ordene ahora si estaba loco, después de que me descubre en la cama con otra, la trato mal y la humillo soy un asco de hombre.
Ella salió sin levantar la cabeza.
-Esperanza creo que vamos a dejar esto para después - dije vistiéndome para ir a hablar con Carina.
-¿Sebastian?- me dijo Esperanza.
-¿Qué?- le pregunte molesto
...... Continuara ....
Cuando llegamos al palacio de Ferris, me di cuenta que la princesa Carina no estaba tan loca, me puse nervioso por la presentación de Esperanza, no por que Carina se enojara,si no por lo que el rey Charles dijera.
Los días pasaron rápido, rara vez veía a Carina en los jardines, mi madre ,Emma y Belle se encargaban de la organización de la boda y la opinión de Carina ni la pedían. Yo me pasaba los días paseando por el palacio, el jardín y sus alrededores sólo o con el rey Charles que me mostraba como se manejaba el reino y por la noches Esperanza se metía a mi habitación y la hacia mía, "mi mujer".
Con Carina casi ni hablaba, por lo menos no sería una reina que hablaría como un loro, aunque había veces que me veía con esos ojos color café hermosos ¿dije hermosos? Bueno eso otra cosa, lo que me importaba era que en su mirada había esperanza y a pesar de que casi no le hacía caso o no la tomaba en cuenta ella siempre me sonreía y era una sonrisa genuina, eso me asustaba a veces.
Lo que si me di cuenta es que cuando su Padre estaba cerca ella no sonreía ni siquiera hablaba, nada no emitía ningún sonido, es más bajaba la cabeza como si le tuviera miedo de su Padre, aunque yo nunca había visto que su Padre le tratara mal ni nada por el estilo.
Un día me la encontré en el jardín acompañada de su sirvienta Isabella, ella estaba ahi, así que me acerque por cortesía.
-Buenos días princesa- dije cortésmente.
-Buenos días príncipe- me saludo sonrojándose.
-¿Parece que el jardín le gusta?- pregunté.
-Si es hermoso- dijo ella dandose vuelta para verme y fue ahi cuando vi un hermoso brillo en sus bellos ojos color castaño claro, y eso me puso nervioso.
-¿Usted lo cuida?- pregunte.
-No príncipe yo soy muy torpe para hacer ese tipo de cosas- dijo apenada.
-No lo creo princesa se ve que ve a las flores con amor y me imagino que así las tratara y eso es lo importante- dije sin saber de donde me había salido la ternura por ella.
-Gracias príncipe y le aseguro que tratare de ser la mejor esposa y lo obedeceré en todo- dijo ella con alegría.
Después de que ella dijera eso me acerque y sin darme cuenta que ella tenia un lindo sonrojo en el rostro, así que acaricie su rostro con delicadeza, su piel era suave, tersa, total y absolutamente perfecta.
-Bueno princesa la dejo así sigue disfrutando de su día- dije (Lo mejor era salir de ahí)
-¿Príncipe?- me llamo ella.
-¿Dígame?
-Llamame Carina, por favor- dijo tímidamente.
-Esta bien Carina y vos llamame Sebastian- dije despidiéndome de ella no sin antes notar que una perfecta y hermosa sonrisa se formaba en su rostro.
Ese día pensé mucho en Carina, había algo en ella que me parecía extraño, algo que me hacia que quisiera protegerla y cada vez que la miraba seguí viendo esperanza y felicidad en sus ojos.
Después de la cena todos nos retiramos a nuestras habitaciones me había dado cuenta que en todo el tiempo que llevábamos acá ni Emma ni Belle se habían acercado a Carina, ni siquiera para hablar.
Como todas la noches Esperanza llego a mi habitación. Tenía puesto su bata y su casi transparente camisón, no tarde mucho en quitársela y acostarla en la cama. Ella me desnudo en un minuto y me recosté sobre ella, estaba besando su cuello cuando escuché unos pasos y un sollozo de inmediato me di vuelta para ver quien era y la vi. Me quede quieto no se cuanto tiempo encima de Esperanza desnudo.
No podía moverme ni decir nada, solo la veía fijamente a los ojos, que aun cuando estaban empapados de lagrimas vi como el brillo y felicidad que había visto esta mañana en sus ojos había desaparecido, ella parecía estar igual que yo, así que en un momento de lucidez que tuve, agarré mi bata y me cubrí y con las sabanas cubrí a Esperanza
-¿Qué carajo haces acá Carina?- le grite molesto, no se por que me enoje , la que tenia que gritarme era ella y no lo hacía.
-Lo siento príncipe no quise molestar- dijo ella bajando la cabeza.
-Salí de acá - le ordene ahora si estaba loco, después de que me descubre en la cama con otra, la trato mal y la humillo soy un asco de hombre.
Ella salió sin levantar la cabeza.
-Esperanza creo que vamos a dejar esto para después - dije vistiéndome para ir a hablar con Carina.
-¿Sebastian?- me dijo Esperanza.
-¿Qué?- le pregunte molesto
...... Continuara ....
viernes, 4 de octubre de 2013
Capitulo 2
... Anteriormente ...
(...) Sabía que esto pasaría pero no pensé que fuera a ser tan rápido, sabía que el rey quería que su única hija se casara lo más rápido posible. Y él sabia mejor que nadie que mi oferta de matrimonio era la mejor que había tenido y que ella tendría en toda su vida.
* Cuenta Carina
Cuando mi padre me dijo el que el príncipe Sebastian Estevanez de Varick, había solicitado mi mano en matrimonio y que el había aceptado y me puse mas feliz que nunca, por primera vez en mi vida , creí haber encontrado a alguien que no pensará que estoy loca.
-La boda será en un mes- dijo mi padre.
-Si Padre como usted disponga- "Si por mi fuera me casaría mañana mismo." (*Pense*)
-Y espero que cuando lleguen lo reyes de Varick, no te comportes como una idiota, que bueno eso es mucho pedirte a vos- dijo mi padre.
-Lo siento Padre- dije bajando la cabeza para que no viera las lagrimas.
-¿Estas llorando ?- pregunto molesto.
-No Padre, lo siento- dije.
No se en que momento pasó pero tenía a mi Padre frente a mí, pero lo que si sentí fue cuando su mano se estampo en mi mejilla.
-Ahora si tienes un motivo para llorar- dijo mi padre furioso.
-Lo siento- dije tratando de no llorar para que no vuelva a golpearme.
-Mira Carina, los reyes de Varick llegaran aproximadamente en dos semanas, así que dos días antes de que lleguen quiero que salgas al jardín y pasees por el palacio para que sepas donde están las cosas ¿Entendiste?- pregunto mi Padre.
-Si Padre- dije sin levantar la cabeza.
-Y espero que te comportes como una princesa y no como la idiota que sos. Te recuerdo que no sos linda y tampoco inteligente, lo único por lo que el príncipe se quiere casar con vos es por la unión de reinos y se que Sebastian sabrá manejar Ferris mejor que nadie cuando yo muera , por que si te dejo a vos al trono, con lo idiota y poca cosa que sos te lo van a quitar en un segundo- dijo mi Padre.- Ahora andate a tu habitación y ya sabes que no podes salir de ahí- dijo el dándome la espalda.
Cuando Salí del despacho de mi Padre, me sentí lo peor del mundo, pero una nueva esperanza se cruzo en mi mente , mi esposo me defendería y él si me dejaría salir al jardín, el me amaría y lograríamos tener una hermosa familia, me dirigí a mi habitación acompañada de Isabella que era mi dama de compañía.
-¿Qué le ha dicho su Padre, alteza?- pregunto Isabella.
-Que el príncipe Sebastian y yo nos vamos a casar en un mes- dije emocionada.
-Felicidades su alteza- dijo Isabella.
-¿Sabes Isabella? Mí Padre me dió permiso de salir al jardín y pasear por el castillo unos días antes de que lleguen los reyes de Varick- dije.
-¿De verdad su alteza?- preguntó sorprendida.
-Si, yo también me sorprendí, pero me imagino que lo hace para que mas o manos conozca el palacio ¿No?- pregunte.
-Me imagino que si ¿Hace cuanto que no salía de su habitación alteza?- pregunto ella.
-Mmm no lo se más o menos como 8 meses, que fue cuando vinieron los duques al palacio y mi Padre me permitió estar ahí- dije.
Las siguientes semanas pasaron rápido, y como mi padre lo había dicho me había dejado salir de mi habitación para ir al jardín e ir a conocer el palacio. Por primera vez en la vida había llegado al lago del palacio, era hermoso, en mis 17 años de vida jamás había venido acá. También me llevaron a las caballerizas, nunca había estado tan cerca de un caballo y me dio un poco de miedo.
En el palacio me llevaron a recorrer las habitaciones donde se quedarían nuestros invitados. Estaba muy emocionada ya que mi padre me había dicho que también vendría la hermana del príncipe Sebastian, la princesa Emma y la princesa Belle, la prometida del príncipe Benjamin. Por fin tendría dos amigas, mi vida empezaba a cambiar, sabía que mí matrimonio con el príncipe Sebastian sería más que perfecto, él no me encerraría, no me golpearía, ni me humillaría por fin tendría mi final feliz.
El día de la llegada de los reyes de Varick llego, ahora si solo faltaban tres semanas para la boda y estaba más que feliz.
Mi padre vino a búscame a mi habitación.
-Los reyes están por llegar, no quiero que te comportes como una loca que jamás vió gente en su vida- me grito.
-Si padre como usted diga- dije sin levantar el rostro, no quería que nada arruinara mi felicidad de que hoy llegaría mi prometido, mi rey, mi amor.
Cuando salimos a recibir a los reyes de Varick y a los príncipes y princesas, mi corazón quería salir de mi pecho por la emoción, pero me controle no quería que mi Sebastian pensara que lo que la gente decía era verdad, que estaba loca.
-Altezas- dije haciendo una reverencia a los reyes.
-Mi querida princesa- dijo la reina Sophia.
-Es un gusto volverte a ver princesa Carina- dijo rey Edgar.
-Es un honor tenerlos aquí altezas- dije, discretamente,voltee a ver a mi padre para saber si el aprobaba lo que acababa de decir y por su mirada decía que si.
-Sebastian saluda a tu prometida- dijo la reina Sophia.
-Princesa un gusto verla- dijo el príncipe besando mi mano, yo sentí miles de mariposas en el estomago y estoy segura que me sonroje.
-El gusto es mío príncipe- dije casi en un susurro.
Así fui saludando lo menos emocionada que pude a la princesa Emma y Belle, al príncipe Benjamin y al príncipe Xander que también venia con ellos y al final a una mujer muy bella, la verdad es que me impacte yo no sabia quien era ella.
-Ella es lady Esperanza Denalis- dijo la princesa Belle.
-Es una amiga muy querida de la familia y pensamos que seria de gran ayuda con los preparativos de la boda- dijo la reina Sophia.
-Es un placer- dije saludándola.
-El placer es mío princesa- dijo ella sin mirarme a los ojos.
Después de la presentaciones , mi padre y el rey Edgar fueron al despacho mientras que los demás fueron a sus habitaciones, Sebastian no volvió a dirigirme la palabra bueno a decir verdad ni siquiera una mirada , pero me imagine que seria que estaba cansado por el largo viaje.
En la hora de la cena, antes de que llegaran nuestros invitados mi padre me advirtió que no tenia permiso para hablar a menos de que me preguntaran algo, yo solo asentí a mi lo único que me importaba era que podía ver a mi Sebastian
... Continuara ...
(...) Sabía que esto pasaría pero no pensé que fuera a ser tan rápido, sabía que el rey quería que su única hija se casara lo más rápido posible. Y él sabia mejor que nadie que mi oferta de matrimonio era la mejor que había tenido y que ella tendría en toda su vida.
* Cuenta Carina
Cuando mi padre me dijo el que el príncipe Sebastian Estevanez de Varick, había solicitado mi mano en matrimonio y que el había aceptado y me puse mas feliz que nunca, por primera vez en mi vida , creí haber encontrado a alguien que no pensará que estoy loca.
-La boda será en un mes- dijo mi padre.
-Si Padre como usted disponga- "Si por mi fuera me casaría mañana mismo." (*Pense*)
-Y espero que cuando lleguen lo reyes de Varick, no te comportes como una idiota, que bueno eso es mucho pedirte a vos- dijo mi padre.
-Lo siento Padre- dije bajando la cabeza para que no viera las lagrimas.
-¿Estas llorando ?- pregunto molesto.
-No Padre, lo siento- dije.
No se en que momento pasó pero tenía a mi Padre frente a mí, pero lo que si sentí fue cuando su mano se estampo en mi mejilla.
-Ahora si tienes un motivo para llorar- dijo mi padre furioso.
-Lo siento- dije tratando de no llorar para que no vuelva a golpearme.
-Mira Carina, los reyes de Varick llegaran aproximadamente en dos semanas, así que dos días antes de que lleguen quiero que salgas al jardín y pasees por el palacio para que sepas donde están las cosas ¿Entendiste?- pregunto mi Padre.
-Si Padre- dije sin levantar la cabeza.
-Y espero que te comportes como una princesa y no como la idiota que sos. Te recuerdo que no sos linda y tampoco inteligente, lo único por lo que el príncipe se quiere casar con vos es por la unión de reinos y se que Sebastian sabrá manejar Ferris mejor que nadie cuando yo muera , por que si te dejo a vos al trono, con lo idiota y poca cosa que sos te lo van a quitar en un segundo- dijo mi Padre.- Ahora andate a tu habitación y ya sabes que no podes salir de ahí- dijo el dándome la espalda.
Cuando Salí del despacho de mi Padre, me sentí lo peor del mundo, pero una nueva esperanza se cruzo en mi mente , mi esposo me defendería y él si me dejaría salir al jardín, el me amaría y lograríamos tener una hermosa familia, me dirigí a mi habitación acompañada de Isabella que era mi dama de compañía.
-¿Qué le ha dicho su Padre, alteza?- pregunto Isabella.
-Que el príncipe Sebastian y yo nos vamos a casar en un mes- dije emocionada.
-Felicidades su alteza- dijo Isabella.
-¿Sabes Isabella? Mí Padre me dió permiso de salir al jardín y pasear por el castillo unos días antes de que lleguen los reyes de Varick- dije.
-¿De verdad su alteza?- preguntó sorprendida.
-Si, yo también me sorprendí, pero me imagino que lo hace para que mas o manos conozca el palacio ¿No?- pregunte.
-Me imagino que si ¿Hace cuanto que no salía de su habitación alteza?- pregunto ella.
-Mmm no lo se más o menos como 8 meses, que fue cuando vinieron los duques al palacio y mi Padre me permitió estar ahí- dije.
Las siguientes semanas pasaron rápido, y como mi padre lo había dicho me había dejado salir de mi habitación para ir al jardín e ir a conocer el palacio. Por primera vez en la vida había llegado al lago del palacio, era hermoso, en mis 17 años de vida jamás había venido acá. También me llevaron a las caballerizas, nunca había estado tan cerca de un caballo y me dio un poco de miedo.
En el palacio me llevaron a recorrer las habitaciones donde se quedarían nuestros invitados. Estaba muy emocionada ya que mi padre me había dicho que también vendría la hermana del príncipe Sebastian, la princesa Emma y la princesa Belle, la prometida del príncipe Benjamin. Por fin tendría dos amigas, mi vida empezaba a cambiar, sabía que mí matrimonio con el príncipe Sebastian sería más que perfecto, él no me encerraría, no me golpearía, ni me humillaría por fin tendría mi final feliz.
El día de la llegada de los reyes de Varick llego, ahora si solo faltaban tres semanas para la boda y estaba más que feliz.
Mi padre vino a búscame a mi habitación.
-Los reyes están por llegar, no quiero que te comportes como una loca que jamás vió gente en su vida- me grito.
-Si padre como usted diga- dije sin levantar el rostro, no quería que nada arruinara mi felicidad de que hoy llegaría mi prometido, mi rey, mi amor.
Cuando salimos a recibir a los reyes de Varick y a los príncipes y princesas, mi corazón quería salir de mi pecho por la emoción, pero me controle no quería que mi Sebastian pensara que lo que la gente decía era verdad, que estaba loca.
-Altezas- dije haciendo una reverencia a los reyes.
-Mi querida princesa- dijo la reina Sophia.
-Es un gusto volverte a ver princesa Carina- dijo rey Edgar.
-Es un honor tenerlos aquí altezas- dije, discretamente,voltee a ver a mi padre para saber si el aprobaba lo que acababa de decir y por su mirada decía que si.
-Sebastian saluda a tu prometida- dijo la reina Sophia.
-Princesa un gusto verla- dijo el príncipe besando mi mano, yo sentí miles de mariposas en el estomago y estoy segura que me sonroje.
-El gusto es mío príncipe- dije casi en un susurro.
Así fui saludando lo menos emocionada que pude a la princesa Emma y Belle, al príncipe Benjamin y al príncipe Xander que también venia con ellos y al final a una mujer muy bella, la verdad es que me impacte yo no sabia quien era ella.
-Ella es lady Esperanza Denalis- dijo la princesa Belle.
-Es una amiga muy querida de la familia y pensamos que seria de gran ayuda con los preparativos de la boda- dijo la reina Sophia.
-Es un placer- dije saludándola.
-El placer es mío princesa- dijo ella sin mirarme a los ojos.
Después de la presentaciones , mi padre y el rey Edgar fueron al despacho mientras que los demás fueron a sus habitaciones, Sebastian no volvió a dirigirme la palabra bueno a decir verdad ni siquiera una mirada , pero me imagine que seria que estaba cansado por el largo viaje.
En la hora de la cena, antes de que llegaran nuestros invitados mi padre me advirtió que no tenia permiso para hablar a menos de que me preguntaran algo, yo solo asentí a mi lo único que me importaba era que podía ver a mi Sebastian
... Continuara ...
miércoles, 2 de octubre de 2013
Capitulo 1
Cuenta Sebastian
-Te tenes que casar- gritó mi Padre molesto.
-Ella esta loca Padre, entendelo- dije igual de molesto.
-Date cuenta su padre va a morir pronto y será reina, y vos podes subir al trono- me contestó.
-Tú obligación es ver por tu pueblo- dijo mi Madre.
-Pero ella esta loca- volví a decir.
-Hijo pensa en la unión de los dos reinos , el más beneficiado es nuestro pueblo- dijo mi padre.
-¿Qué no basta el matrimonio de Benjamin con la princesa Belle y de Emma con el príncipe Xander?- pregunté.
-Hijo Benjamin no va a ser rey ya que Belle no subirá al trono y el príncipe Xander no mostró interés por tu hermana- dijo mi Madre.
-Está bien me voy a casar con esa loca- dije resignado.
-Hijo entende que nuestro reino no esta pasando la mejor situación, y nuestra obligación es ver por nuestra gente- decía mi madre mientras acariciaba mi rostro.
-Si lo se, aunque tenga que sacrificar mi vida- dije.
-Hoy mismo voy a mandar la misiva al rey Charles para pedir la mano de su hija- dijo mi madre emocionada.
-Como quieras- dije saliendo del despacho.
Fui a mi habitación a tratar de tranquilizarme, acababa de aceptar casarme con una princesa que no me gusta, que estoy seguro que jamás llegaré a querer y que aparte de todo estaba loca.
Las pocas ocasiones que fui al reino de Ferris la tuve que ver o mejor dicho soportar. Cada vez que había gente en su casa , se comportaba como una loca, como si nunca en su vida hubiera visto gente reunida y además era muy torpe,su sirvienta siempre tenía que estar con ella por que se caía o se golpeaba con algo, se comportaba de la manera mas extraña, ni siquiera parecía una verdadera princesa, todos rumoraban que había enloquecido por la muerte de su madre, el mismo rey Charles no se volvió a casar desde que falleció su esposa.
Hace dos años fue la última vez que la vi. La mayoría de las mujeres que se encontraban ahí reunidas eran delgadas con la ayuda del corset, pero ella era delgada pero en extremo, estaba seguro que ni siquiera necesita llevar un corset, ese día llevaba un vestido verde que la hacía ver mas blanca de lo que era, y su cuerpo (si a lo que ella tenía se le podía llamar cuerpo) era peor que el de una niña, era una mujer,por así llamarla,sin ningún tipo de gracia.
Estaba tan sumido en mis pensamientos que no me di cuenta en que momento entraron mis hermanos.
-¿Cómo te sentís?- preguntó mi hermana agarrandome del brazo.
-Como si me fueran a degollar- conteste sin mirarla.
-Hermano es la mejor decisión que pudiste tomar- intervino Benjamin.
-Si claro como vos te casas con el monumento a la belleza- le conteste a Benjamin y era verdad, la prometida de mi hermano (la princesa Belle) era hermosa y culta.
-Bueno hermano, Belle es una mujer muy linda pero también de buenos sentimientos- dijo Benjamin.
-A lo mejor la princesa de Ferris no es muy linda pero es buena persona- dijo Emma dándome ánimos.
-¡Por dios Emma! Ella esta loca- grite molesto.
-Bueno pero nuestra Madre ya mando la misiva de petición de mano- dijo Benjamin.
-Si, lo se- dije soltando un resoplido.
-Pasaron dos años desde la última vez que la viste a lo mejor ya cambio- dijo mi hermana con una débil sonrisa.
-¿La locura se quita?- pregunte sarcástico.
-¡Por dios Sebastian!, entende que esto es por el bien de nuestro pueblo. Félix el hijo de Alexandar también quiere pedir su mano. ¿Sabes lo que pasaría si el sube al trono de Ferris en la situación que nosotros quedamos?- pregunto Benjamin molesto.
-Lo sé por eso decidí casarme con la princesa loca- conteste.
-Sebastian Estavanez de Varick sos un necio- gritó mi hermana saliendo de mi habitación.
-¿Y a esta qué le pasa?- pregunte a Benjamin.
-Nada solo que sabes que parece que le gusta defender a todos lo indefensos- dijo Benjamin burlón.
-Pero debería empezar por defender a su hermano ¿No creés?
-Mira Sebastian serás rey de Ferris yo voy a subir al trono de Varick y si Emma se casa con Xander subirá como reina de Amlor- dijo Benjamin.
-Si y se que eso es lo que mas nos conviene, pero entendeme, yo no se si pueda cumplir con la mayor obligación que nos mandan- dije mirándolo con preocupación.
-¿Cual?- Preguntó Benjamin como no entendido lo que le decía.
-Con darle un heredero- dije.
-Bueno pero una noche te emborrachas y listo- dijo Benjamin.
-Si claro como si fuera tan fácil, creo que ni borracho podría tomar a una mujer así.
-Siempre hay opciones hermano- dijo Benjamin dándome una palmada en la espalda.
-¿Cuáles?- pregunte con curiosidad.
-Pensa- dijo riendo mientras salía de mi habitación.
A que se refiera Benjamin al decirme que hay opciones, toda la tarde me la pase pensando en eso de las opciones.
Después de no se cuanto tiempo pensando, y hasta imaginarme matándola, no encontré ninguna opción que me hiciera más llevadera esta pesadilla.
La hora de la cena llego. Mi familia me esperaba en el comedor y sabía que el tema de esta noche sería mi boda con la princesa loca.
-Hijo pensamos que no cenarías- dijo mi Madre.
-Perdón por la demora- dije sentándome.
-Ya mande la carta de petición de mano de la princesa Carina- me dijo con una sonrisa.
-Hmmm...- fue todo lo que respondí.
-Ya te dije hermano hay otras opciones- dijo Benjamin.
-¿De qué opciones hablas?- pregunte desesperado.
-Lleváte a Esperanza- dijo Benjamin delante de mis padres y mi hermana
-¿Qué?- pregunté.
-Mira hijo, sabemos de la relación que tenes con ella desde hace mucho tiempo, y sabemos muy bien que Carina no cumple con tus expectativas como hombre y vos vas a necesitar ayuda para poder cumplir con tus obligaciones y embarazar a la princesa- dijo mi Padre muy tranquilo.
-Mira yo no estoy de acuerdo, pero se que ya estas sacrificando mucho en esto, así que lleváte a Esperanza- dijo mi Madre.
Yo me quede en shock. Claro que me llevaría a Esperanza, esa mujer me vuelve loco, y sabía lo que me gustaba, lo que no imaginé es que mis Padres me lo sugirieran pero estaba muy agradecido por lo menos así mi calvario no sería tan fuerte.
Y así pasaron los días,para ser más exactos dos semanas que fueron totalmente normales, mis Padres solo estaban al pendiente de que llegara la repuesta del rey Charles. Benjamin había ido a buscar a Belle para traerla de vacaciones al palacio, mientras que Emma seguía en su mundo color de rosa.
Yo seguí con mi vida normal como si nada ocurriera y en la noches estaba con mi perdición,con mi vicio favorito con Esperanza, ya había hablado con ella para que se fuera conmigo cuando me casara con la princesa loca, ella esta encantada porque no se iba a separar de mi, Esperanza era una buena mujer que siempre hacía lo que yo le pedía.
La carta tan esperada por mis Padres llegó,rápidamente me mandaron llamar al despacho, en el fondo quería que el rey Charles dijera que no.
-El rey dijo que si y fijó la fecha de la boda para dentro de un mes- dijo mi Madre emocionada.
-Vaya, al parecer el rey piensa que tienen que aprovechar la oportunidad de que su hijita no sea una solterona- dije con burla.
-Sebastian basta - dijo mi Madre bastante molesta.
-Perdón- dije.
-Bueno tenemos que preparar todo para salir lo antes posible a Ferris- dijo mi madre.
Sabía que esto pasaría pero no pensé que fuera a ser tan rápido, sabía que el rey quería que su única hija se casara lo más rápido posible. Y él sabia mejor que nadie que mi oferta de matrimonio era la mejor que había tenido y que ella tendría en toda su vida.
... Continuara ...
-Te tenes que casar- gritó mi Padre molesto.
-Ella esta loca Padre, entendelo- dije igual de molesto.
-Date cuenta su padre va a morir pronto y será reina, y vos podes subir al trono- me contestó.
-Tú obligación es ver por tu pueblo- dijo mi Madre.
-Pero ella esta loca- volví a decir.
-Hijo pensa en la unión de los dos reinos , el más beneficiado es nuestro pueblo- dijo mi padre.
-¿Qué no basta el matrimonio de Benjamin con la princesa Belle y de Emma con el príncipe Xander?- pregunté.
-Hijo Benjamin no va a ser rey ya que Belle no subirá al trono y el príncipe Xander no mostró interés por tu hermana- dijo mi Madre.
-Está bien me voy a casar con esa loca- dije resignado.
-Hijo entende que nuestro reino no esta pasando la mejor situación, y nuestra obligación es ver por nuestra gente- decía mi madre mientras acariciaba mi rostro.
-Si lo se, aunque tenga que sacrificar mi vida- dije.
-Hoy mismo voy a mandar la misiva al rey Charles para pedir la mano de su hija- dijo mi madre emocionada.
-Como quieras- dije saliendo del despacho.
Fui a mi habitación a tratar de tranquilizarme, acababa de aceptar casarme con una princesa que no me gusta, que estoy seguro que jamás llegaré a querer y que aparte de todo estaba loca.
Las pocas ocasiones que fui al reino de Ferris la tuve que ver o mejor dicho soportar. Cada vez que había gente en su casa , se comportaba como una loca, como si nunca en su vida hubiera visto gente reunida y además era muy torpe,su sirvienta siempre tenía que estar con ella por que se caía o se golpeaba con algo, se comportaba de la manera mas extraña, ni siquiera parecía una verdadera princesa, todos rumoraban que había enloquecido por la muerte de su madre, el mismo rey Charles no se volvió a casar desde que falleció su esposa.
Hace dos años fue la última vez que la vi. La mayoría de las mujeres que se encontraban ahí reunidas eran delgadas con la ayuda del corset, pero ella era delgada pero en extremo, estaba seguro que ni siquiera necesita llevar un corset, ese día llevaba un vestido verde que la hacía ver mas blanca de lo que era, y su cuerpo (si a lo que ella tenía se le podía llamar cuerpo) era peor que el de una niña, era una mujer,por así llamarla,sin ningún tipo de gracia.
Estaba tan sumido en mis pensamientos que no me di cuenta en que momento entraron mis hermanos.
-¿Cómo te sentís?- preguntó mi hermana agarrandome del brazo.
-Como si me fueran a degollar- conteste sin mirarla.
-Hermano es la mejor decisión que pudiste tomar- intervino Benjamin.
-Si claro como vos te casas con el monumento a la belleza- le conteste a Benjamin y era verdad, la prometida de mi hermano (la princesa Belle) era hermosa y culta.
-Bueno hermano, Belle es una mujer muy linda pero también de buenos sentimientos- dijo Benjamin.
-A lo mejor la princesa de Ferris no es muy linda pero es buena persona- dijo Emma dándome ánimos.
-¡Por dios Emma! Ella esta loca- grite molesto.
-Bueno pero nuestra Madre ya mando la misiva de petición de mano- dijo Benjamin.
-Si, lo se- dije soltando un resoplido.
-Pasaron dos años desde la última vez que la viste a lo mejor ya cambio- dijo mi hermana con una débil sonrisa.
-¿La locura se quita?- pregunte sarcástico.
-¡Por dios Sebastian!, entende que esto es por el bien de nuestro pueblo. Félix el hijo de Alexandar también quiere pedir su mano. ¿Sabes lo que pasaría si el sube al trono de Ferris en la situación que nosotros quedamos?- pregunto Benjamin molesto.
-Lo sé por eso decidí casarme con la princesa loca- conteste.
-Sebastian Estavanez de Varick sos un necio- gritó mi hermana saliendo de mi habitación.
-¿Y a esta qué le pasa?- pregunte a Benjamin.
-Nada solo que sabes que parece que le gusta defender a todos lo indefensos- dijo Benjamin burlón.
-Pero debería empezar por defender a su hermano ¿No creés?
-Mira Sebastian serás rey de Ferris yo voy a subir al trono de Varick y si Emma se casa con Xander subirá como reina de Amlor- dijo Benjamin.
-Si y se que eso es lo que mas nos conviene, pero entendeme, yo no se si pueda cumplir con la mayor obligación que nos mandan- dije mirándolo con preocupación.
-¿Cual?- Preguntó Benjamin como no entendido lo que le decía.
-Con darle un heredero- dije.
-Bueno pero una noche te emborrachas y listo- dijo Benjamin.
-Si claro como si fuera tan fácil, creo que ni borracho podría tomar a una mujer así.
-Siempre hay opciones hermano- dijo Benjamin dándome una palmada en la espalda.
-¿Cuáles?- pregunte con curiosidad.
-Pensa- dijo riendo mientras salía de mi habitación.
A que se refiera Benjamin al decirme que hay opciones, toda la tarde me la pase pensando en eso de las opciones.
Después de no se cuanto tiempo pensando, y hasta imaginarme matándola, no encontré ninguna opción que me hiciera más llevadera esta pesadilla.
La hora de la cena llego. Mi familia me esperaba en el comedor y sabía que el tema de esta noche sería mi boda con la princesa loca.
-Hijo pensamos que no cenarías- dijo mi Madre.
-Perdón por la demora- dije sentándome.
-Ya mande la carta de petición de mano de la princesa Carina- me dijo con una sonrisa.
-Hmmm...- fue todo lo que respondí.
-Ya te dije hermano hay otras opciones- dijo Benjamin.
-¿De qué opciones hablas?- pregunte desesperado.
-Lleváte a Esperanza- dijo Benjamin delante de mis padres y mi hermana
-¿Qué?- pregunté.
-Mira hijo, sabemos de la relación que tenes con ella desde hace mucho tiempo, y sabemos muy bien que Carina no cumple con tus expectativas como hombre y vos vas a necesitar ayuda para poder cumplir con tus obligaciones y embarazar a la princesa- dijo mi Padre muy tranquilo.
-Mira yo no estoy de acuerdo, pero se que ya estas sacrificando mucho en esto, así que lleváte a Esperanza- dijo mi Madre.
Yo me quede en shock. Claro que me llevaría a Esperanza, esa mujer me vuelve loco, y sabía lo que me gustaba, lo que no imaginé es que mis Padres me lo sugirieran pero estaba muy agradecido por lo menos así mi calvario no sería tan fuerte.
Y así pasaron los días,para ser más exactos dos semanas que fueron totalmente normales, mis Padres solo estaban al pendiente de que llegara la repuesta del rey Charles. Benjamin había ido a buscar a Belle para traerla de vacaciones al palacio, mientras que Emma seguía en su mundo color de rosa.
Yo seguí con mi vida normal como si nada ocurriera y en la noches estaba con mi perdición,con mi vicio favorito con Esperanza, ya había hablado con ella para que se fuera conmigo cuando me casara con la princesa loca, ella esta encantada porque no se iba a separar de mi, Esperanza era una buena mujer que siempre hacía lo que yo le pedía.
La carta tan esperada por mis Padres llegó,rápidamente me mandaron llamar al despacho, en el fondo quería que el rey Charles dijera que no.
-El rey dijo que si y fijó la fecha de la boda para dentro de un mes- dijo mi Madre emocionada.
-Vaya, al parecer el rey piensa que tienen que aprovechar la oportunidad de que su hijita no sea una solterona- dije con burla.
-Sebastian basta - dijo mi Madre bastante molesta.
-Perdón- dije.
-Bueno tenemos que preparar todo para salir lo antes posible a Ferris- dijo mi madre.
Sabía que esto pasaría pero no pensé que fuera a ser tan rápido, sabía que el rey quería que su única hija se casara lo más rápido posible. Y él sabia mejor que nadie que mi oferta de matrimonio era la mejor que había tenido y que ella tendría en toda su vida.
... Continuara ...
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